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Inoperatividad del seguro Sicoprosa ha llevado a la muerte a 200 trabajdores de Pdvsa

Empleados del holding petrolero estatal indicaron que la única forma de lograr un cambio en PDVSA es con un cambio de gobierno, porque quienes ahora dirigen la empresa “se hacen de los oídos sordos” a sus reclamos

José Alberto Camacho / @josécamacho13

Puerto La Cruz. Los trabajadores petroleros y de la industria del cemento elevaron el nivel de sus protestas y este jueves tomaron las calles de Puerto La Cruz para consignar sus reclamos ante las dependencias tanto del Ministerio Público como del Trabajo.

Quienes laboran en el holding petrolero estatal realizaron una marcha desde el edificio sede de PDVSA en la urbanización Guaraguao hasta la sede de la Fiscalía en la avenida municipal de Puerto La Cruz, en lo que calificaron el inicio de la lucha por la restitución de los beneficios laborales y la extinción de las mafias internas dentro de la industria petrolera.

Eudis Girot, director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), sostuvo que la situación en PDVSA ya rebasó “los límites de lo moralmente aceptable”, al indicar que tienen pruebas y nombres de los 200 trabajadores de la industria que han muerto por falta de atención médica, debido a que el Sistema Contributivo para la Protección de la Salud de los trabajadores petroleros (Sicoprosa), no es aceptado en ninguna clínica privada pese a que mensualmente se lo descuentan de su salario.

“Los compañeros Rubí González y Luis Ortiz de Refinación Oriente, Carlos Amato de CVP, Enrique Guacarán de PDVSA Gas, Jorge Márquez del proyecto Costa Afuera y Félix Monteverde de la Refinería El Palito, junto con una larga lista que está conformada por 200 personas, han muerto porque la señora Aura Malavé, quien es la directora de Sicoprosa a nivel regional, cuando los trabajadores llegan a su oficina a pedir atención, ella simplemente levanta el teléfono y les dice a las clínicas que no los atienda, esta señora maltrata y humilla a los trabajadores, el personal de la empresa simplemente se está muriendo”.

Juan Martínez, trabajador de Petromonagas, sostuvo que ellos están claros de que la única forma de lograr un cambio en la petrolera estatal es con un cambio de gobierno, porque quienes ahora dirigen la empresa “se hacen de los oídos sordos”.

“El contrato colectivo está vencido, ahora se ha desatado una represión contra los trabajadores a los cuales amenazan con despidos y jubilaciones anticipadas si continúan protestando por sus derechos. Conocemos de primera mano que Quevedo (Manuel) pretende privatizar la industria al vendérsela a los chinos, a los rusos y a la Chevron norteamericana, nosotros no vamos a permitir eso”.

Cementeros en la calle

Al igual que su pares petroleros, los empleados de la planta Pertigalete de Vencemos, ubicada en Guanta, marcharon hasta la inspectoría del Ministerio del Trabajo en Puerto La Cruz para consignar un documento en el que exigen la derogación del memorando 2792 el cual, aseguraron, eliminó de un golpe todos los beneficios conquistados por la contratación colectiva y por mejoras en las condiciones de seguridad laboral en la empresa.

Luis Chaparro, Secretario general del sindicato de Vencemos en Anzoátegui, indicó que más de 7.000 personas, entre trabajadores y familiares, están a la buena de Dios por la ausencia de HCM.

“Las condiciones de salud están críticas, tenemos 300 trabajadores que están sin equipos de seguridad en la empresa y por lo tanto se quedan todo el día en el comedor sin hacer nada porque en esas condiciones no se puede trabajar. La empresa produce a menos de un 15% de su capacidad y los niveles de contaminación son tales que los cuatro municipios de la zona norte de Anzoátegui ya sienten los estragos por el polvillo porque los filtros no están funcionando, si no se hacen los correctivos la empresa está destinada al cierre total, ahora tenemos prácticamente un paro técnico”.


Cementeros exigieron al Ministerio del Trabajo la nulidad del memorandum 2792 / Foto: José Camacho

Trabajadores sostuvieron que el pasado 17 agosto se paralizó el único molino que producción, de los cinco hornos que mantenía operativo la cementera, solo uno funciona; de siete molinos de cemento crudo instalados en la misma apenas dos siguen operativos y los tres procesadores de cemento tipo I están paralizados, por lo que la empresa podría bajar sus santamarías en los próximos días.