El retroceso epidemiológico de un país
24 años después de la última muerte confirmada por difteria en Venezuela, la enfermedad vuelve a ser mortal para los ciudadanos
Redacción / Valentina Rodríguez
Un fuerte dolor de garganta e inflamación en el cuello fueron los primeros síntomas que tuvo Leomaris Caseres, de 34 años de edad, habitante de San Diego, estado Carabobo. Luego de 2 días auto medicándose con pastillas para el dolor, la infección ya no le permitía hablar ni consumir líquidos. Recurrió a la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET) donde le diagnosticaron difteria.
La difteria es una enfermedad causada por la bacteria Corynebacterium Diphtheria. Normalmente se manifiesta como una infección de nariz o garganta acompañado de la aparición de una membrana gris con pus en el área de la faringe. Este germen ha causado numerosas muertes a nivel mundial, pero desde la introducción de la vacuna preventiva Antitoxina Diftérica en 1920, la tasa de mortalidad a nivel mundial disminuyó considerablemente.
“Llegué al hospital y apenas me diagnosticaron, me ingresaron a un área aislada y comenzaron a ponerme antibióticos, en el hospital solo pudieron inyectarme Penicilina Cristalina, el resto del tratamiento tuve que comprarlo yo. Gracias a Dios fui a tiempo al CHET, a mi lado estaban dos casos muy avanzados, recibían comida por sonda… Fallecieron el 31 de diciembre”, contó Caseres.
Esta enfermedad puede propagarse a través de las gotas de saliva que se expulsan al toser o estornudar. Una vez ocurrido el contagio, los síntomas de la difteria aparecerán a los 3 o 5 días después de haberse adquirido la bacteria. La escasez de la vacuna pentavalente y las condiciones de pobreza que incluyen mala higiene y condiciones precarias promueven transmisión de la enfermedad.
Retroceso epidemiológico
Venezuela fue pionera en la erradicación de brotes epidemiológicos. La vacuna contra la difteria está incluida en el plan de vacunación nacional desde el año 1939, dentro de la -para entonces recién creada- División de Epidemiología y Estadística Vital del Ministerio de Salud y Asistencia Social.
Una iniciativa mundial por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), puso en marcha en 1977 el establecimiento del Programa Ampliado de Inmunización en todos los países, el cual dicta que todas las naciones deben tener estándares de vacunación de -mínimo- 95%. Y tiene como meta fijada para el 2020 que todas las personas vivan libres de enfermedades prevenibles mediante vacunación, entre ellas, la difteria.
Hasta 2004 la cobertura de vacunación era superior al 80% a nivel nacional. Lamentablemente, las estadísticas descendieron rápidamente hasta llegar a porcentajes inferiores al 50% esto se traduce a que solo 1 de cada 5 niños fueron vacunados, según archivos de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.
El retroceso epidemiológico que se acentúa en Venezuela, sobre todo el de enfermedades prevenibles mediante la vacunación, revela la ineficiencia por parte de los entes gubernamentales para atender y controlar los brotes. Miles de personas se enfrentan a esta bacteria en un sistema de salud que no garantiza efectividad.
Nuevos brotes
Desde 1992 el país se encontraba libre de difteria, aproximadamente en junio de 2016, detectan un brote que se propagó desde comunidad indígena de San Antonio Roscio, en el municipio Sifontes, estado Bolívar hasta otras regiones de Venezuela. 24 años después de su erradicación, dicha enfermedad vuelve a ser mortal para los venezolanos.
El Ministerio Popular para la Salud (MPPS) presentó el boletín epidemiológico correspondiente al año 2016 -luego de 22 meses sin presentar información epidemiológica- confirmó 324 casos de difteria en todo el país, la cifra de fallecidos no fue incluida.
Según datos presentados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) desde el segundo trimestre hasta diciembre del año 2016, en Venezuela se reportaron cinco fallecidos, tres procedentes del estado Bolívar y dos de Monagas. Aunque cifras extraoficiales contabilizaban 20 decesos causados por la difteria en los primeros meses de propagación.
Desde el registro de los primeros afectados la enfermedad no ha dejado de propagarse por todo el territorio nacional. A pesar de que el MPPS no ha presentado información epidemiológica correspondiente al año 2017, a través de los organismos internacionales se obtiene conocimiento de la magnitud de la transmisión.
En el 2018 en el Continente Americano se registraron 1.339 casos sospechosos difteria de los cuales 996 pertenecen a Venezuela y 362 a Haití, según la última actualización epidemiológica publicada el 18 de diciembre por la OPS. Corresponde a Venezuela el 71,91% de los casos, a Haití el 27,9% y 0,87% a Colombia.
Hasta la fecha en la nación han fallecido 195 personas lo que equivale al 85,64% de las muertes del continente. El 87,17% de de las muertes registradas en América fueron casos importados desde Venezuela. Huniades Urbina, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, considera que “El país sigue siendo un problema no solo para los venezolanos, desde el punto de vista de salud, sino también para los países vecinos ya que estamos exportando, entre otras cosas, difteria”.
Falta de vacunación
Según registros del 2016 del MPPS sobre la administración de la vacuna pentavalente, la cual previene la difteria, el porcentaje de niños menores de 1 año que recibió dosis completas llegó a 48% a nivel nacional, muy por debajo del 95% que exige la OMS. Evidenciando el grave déficit y exposición a enfermedades que se encuentran los menores.
“El Ministerio Popular de la Salud no ha implementado las medidas necesarias para lograr erradicar nuevamente la enfermedad. Se estima que toma entre 10 y 20 años para frenar cualquier patología que resurja en algún país. Tomaría esos 20 años, mientras se tomen las medidas necesarias en materia de salud ambiental y epidemiológica, que es básicamente administrar la vacuna y lograr una cobertura del 95%”, resaltó el doctor Urbina.
El MPPS diseñó junto con asesoría y acompañamiento de la OPS y OMS el Plan Nacional de Vacunación, que buscó inmunizar a 9 millones de venezolanos. Este operativo se llevó a cabo durante el segundo trimestre del 2018 y buscaba vacunar a más de 1 millón adolescentes y adultos entre 15 a 39 años contra el tétano y la difteria.
El representante de la OPS-OMS en Venezuela, José Moya afirmó que se encuentran redoblando esfuerzos para erradicar los brotes de sarampión y difteria, y trabajan conjuntamente con el MPPS para acabar con la bacteria lo más rápido posible. “Estamos haciendo énfasis en comunidades indígenas, zonas de rurales de difícil acceso y municipios de frontera”, resaltó Moya durante una entrevista reseñada por El Nacional.
Pese a los distintos esfuerzos para realizar campañas de vacunación por parte de la OMS y OPS en conjunto con el MPPS, los decesos por difteria siguen contabilizándose. La gran mayoría de las muertes suceden por la falta de la vacuna antitoxina diftérica la cual es vital para curar la enfermedad. Los ciudadanos denuncian continuamente la poca disponibilidad de fármacos e insumos.
“Nunca conseguí la antitoxina diftérica para mi cuñada, el Gobierno debería ser el responsable de surtir la vacuna contra la difteria y no hay. Le administraron el antibiótico y le dijeron que tuviera fe. Gracias a la ayuda a través de las redes sociales conseguí Decobel y pudo irse a su casa.”, comenta Marianis Rojas, residente de Valencia y familiar de Leomaris Caseres.
Oriente infectado
El estado Anzoátegui figura entre las regiones con más casos registrados de difteria. En el último boletín epidemiológico del Instituto Anzoatiguense de la Salud (Saludanz) publicado en diciembre de 2018, se presentaron 38 casos confirmados y 16 sospechosos en ocho de los 21 municipios.
El presidente de Saludanz, Omar Aray informó que, los municipios con casos confirmados son Bolívar con 25 casos y Sotillo cinco. En la zona centro-sur se comprobaron tres contagios en Simón Rodríguez y dos en Freites; los municipios Carvajal, Bruzual y Monagas figuran con un caso cada uno.
Siguiendo los lineamientos del gobernador del estado Anzoátegui, Antonio Barreto Sira enmarcado en el Plan Salud en Movimiento, Saludanz planteó como meta para el primer trimestre del 2018 inmunizar contra la difteria a 251.476 anzoatiguenses con edades comprendidas entre los 6 meses y 15 años. Según informes, solo se completo el 70% de cobertura.
“Nuestros equipo de salud continuará en movimiento, en esta oportunidad, con la estrategia de inmunización directamente en los hogares anzoatiguenses, asimismo, siguen disponibles los 240 centros asistenciales de la red hospitalaria, ambulatoria y de Barrio Adentro donde podrán asistir en busca de la dosis que corresponda de acuerdo con la edad”, aseguró Aray en el informe para Saludanz.
Muchos de los centros asistenciales en Anzoátegui no cuentan con los insumos necesarios para curar la difteria. Las zonas rurales y de bajos recursos son las más afectadas debido a los bajos índices de higiene. Los pacientes recurren a los centros de salud buscando cura pero muchos deben salir a buscarla por cuenta propia.
Salud en riesgo
El colapso del sistema de salud y la capacidad de atención sanitaria en Venezuela se ha reducido entre 80 % y 85 % en los últimos años debido a la crisis, según datos suministrados por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La OMS se encuentra trabajando conjuntamente con países vecinos como Colombia, Brasil y Perú y además, el Fondo Central de Respuesta a Emergencias para destinar 9,2 millones de dólares a programas de asistencia nutricional y grupos de ayuda dentro del país.
Mientras el Gobierno trata a duras penas de controlar el brote de las distintas enfermedades que han resurgido, la tasa de mortalidad de difteria en el país continúa creciendo (21 % actualmente). De no tomar acciones sobre esta bacteria, las afecciones podrían generar más pérdidas de vidas humanas, no solo para el país, si no para el continente americano.