Cuando Chávez suscribió a Venezuela al Mercosur su primer discurso fue exigir (ni siquiera solicitar) que ese organismo mutara a lo político. Que más que un ente comercial se convirtiera en un Foro Político. El feed-back resultó enmudecido porque en ese momento Venezuela portaba una petro-chequera arrogante y los socios del Mercosur acusaban dificultades de diversa factura que Chávez ofreció solventar con nuestro petróleo. Qué manguangua..! De manera que no se justificaba que ese mismo Chávez haya criticado y agredido a Fedecámaras, no por Carmona Estanga, sino por incursionar en política lo que según Chávez, no era permitido.

Aquél mensaje debió ser atendido con mayor inteligencia por el club empresarial que desde el inicio del régimen percibió su vocación totalitaria. Quizás imbuidos en fatuidades demodé Fedecámaras pensó que el caso Chávez se superaría con los métodos usuales en los altos segmentos de la economía y basados en ello no se tomaron previsiones para encajar mejor en la dinámica gubernamental. (Aquella vieja máxima: “Si no puedes morder la mano…”). Así las cosas, el organismo que hoy preside Carlos Larrázábal, igual que ha sucedido con sus predecesores, no logra ser  escuchado por Miraflores y debe soportar cuanto embate surge en Palacio.

Nunca es tarde, reza otra cita, pero más por vergüenza institucional, Fedecámaras debe encontrar una fórmula comunicacional (que las hay) para mejorar la entente con el gobierno, no (solo) en defensa de sus intereses, sino como estrategia para colocarse en el mismo frente de lucha del país inteligente. Carmona Estanga, no por lo que (no) hizo sino por bruto, debe ser borrado de la memoria del país y excluir su nombre de cualquier reseña histórica. Gracias a Dios no tuvo éxito en su aventura porque el caos sería mayor. Por ello como los actos de contrición de mandatarios de otros países por errores del pasado, se impone ahora un Acto de Reflexión.

No sugerimos que Fedecámaras pida perdón como el Papa Francisco por hechos ajenos a su papado. No. Creemos que el foro empresarial debe realizar un viraje hacia su propia realidad y hacia la realidad nacional para encontrar vías de acceso dentro del oscuro túnel que significa el país. Existe gente especializada en rediseñar lineamientos comunicacionales, lo que no es difícil pero sí científico (no cualquier loquito con una placa en su oficina es idóneo) para ajustar a Fedecámaras a esta Venezuela que es bien distinta a la de Carmona Estánga-Chávez y que requiere de todos los factores básicos, en especial el que puede generar riquezas en abundancia.