Someterse al registro de un censo de vehículos vinculado al Carnet de la Patria es convalidar un instrumento discriminatorio e injusto de abuso de poder

Redacción El Mercurio Web / R.S

El analista político, Pedro Galvis ofreció sus declaraciones durante una entrevista realiza por el diario digital El Mercurio Web en la cual abordó el tema de El Censo Nacional Automotriz y manifestó su repudio a esta medida aplicada por Nicolás Maduro. Sostuvo que el registro ante el carnet de la patria es una disposición discriminatoria e injusta, contraria a los intereses de la gente y que no representa la voluntad de los ciudadanos, por lo tanto es ilegítima.

Galvis indicó que cada vehículo que circula en Venezuela ya está debidamente registrado ante el ministerio correspondiente, la propiedad ante las notarias y registros, que por cierto están bajo tutelaje cubano; así que a su juicio no hace falta un registro adicional, sino "que los burócratas trabajen y cumplan su deber", dijo.

El analista expresó que los ciudadanos tenemos el recurso de la “objeción de conciencia”, porque someternos a este caprichoso acto de abuso de poder, es convalidar una ley injusta, que atenta directamente contra la conciencia y dignidad de los ciudadanos, por lo tanto nadie tiene la obligación moral de registrarse. 

“Pretender acorralar a los venezolanos para someternos y adoptar el carnet de la indignidad, es un acto de violencia, quienes estamos exigiendo cambios para Venezuela, tenemos la obligación moral de desobedecer el llamado a registrarnos ante el chantaje del carnet del Psuv”, señaló Galvis.

Precisó que además de un mecanismo perverso de control social, el carnet de la patria es un instrumento de discriminación y por lo tanto injusto, y afirmó que los venezolanos tenemos el imperativo derecho a desobedecer y no aceptar el chantaje con el carnet de la patria que busca quebrar nuestra conciencia, y contradice nuestros principios morales y ciudadanos.

Galvis enfatizó diciendo que pretender que se adopte el Carnet de la Patria, usado por el Gobierno como instrumento de control social sobre los ciudadanos es un acto de opresión, y como tal debe ser visto por los ciudadanos, a quienes nos asiste el “derecho de resistencia a la opresión", contemplado en el artículo 2 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Finalizó citando a Mahatma Gandhi: “Cuando una ley es injusta, lo mejor es desobedecer”.