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Futuro de relación López Obrador-Trump aún es incierto según expertos

El TLCAN, vigente desde 1994, es, en buena medida, responsable de que el comercio bilateral creciera a los 550.000 millones de dólares anuales de la actualidad

Agencias

El rumbo de la relación México-Estados Unidos una vez que converjan los gobiernos del virtual mandatario electo, Andrés Manuel López Obrador, y del presidente Donald Trump es, por el momento, de pronóstico reservado para los analistas.

La victoria del político de izquierda en la elección del pasado domingo lo llevará a tomar posesión el 1 de diciembre en México, país que atraviesa por una tensa relación con su vecino y principal socio desde que Trump llegó a la Casa Blanca en 2017, mencionó Xinhua.

Trump critica recurrentemente el comercio bilateral y planea construir un muro en la frontera común para frenar la migración, una idea que López Obrador tildó en agosto del año pasado de ser un discurso que usa "el racismo y la xenofobia" como propaganda.

El investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mario Ojeda Revah, expresó que se encuentra atónito ante el cauce que tomará la relación cuando López Obrador, ex alcalde de la Ciudad de México (2000-2005), sea presidente.

Explicó que ambos tienen la etiqueta de nacionalistas económicos y que coinciden en la necesidad de reescribir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que está bajo revisión desde el año pasado.

"No sé cómo va a ser la relación entre los dos políticos", manifestó el historiador y politólogo de la UNAM. "Creo que por la naturaleza y los temperamentos de ambos se augura una relación explosiva, pero luego la realidad desmiente las premoniciones y resulta que dos personalidades tan fuertes podrían tener una relación tersa", abundó.

En tanto, el coordinador de la Maestría en Gobierno y Asuntos Públicos de la Flacso-México, Rodrigo Salazar, coincidió en que es difícil pronosticar el futuro de la relación sobre todo por lo volátil de la personalidad de Trump.

"López Obrador ha revelado ser más calculador, pero (la relación) no puede depender de una sola persona", expuso el politólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Salazar consideró que, por lo pronto, el acercamiento comenzó bien luego de que Trump lo felicitó por la red social Twitter la misma noche de la elección, adelantándose incluso al anuncio del árbitro electoral mexicano.

A ese guiño se sumó al día siguiente una llamada telefónica de 30 minutos que los dos calificaron de respetuosa, en la cual acordaron que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, se reúna con López Obrador en una visita que hará el próximo 13 de julio a la capital mexicana.

"En términos de relaciones personales entre los dos presidentes es un muy buen gesto de Trump hacia López Obrador. Es, digamos, que hasta extraño de tan buen gesto que es", apuntó Salazar.

El virtual ganador de la contienda presidencial dijo el mismo lunes, en una entrevista televisiva previa a la charla con Trump, que "no vamos a pelearnos" y adelantó que "vamos a tender nuestra mano franca para buscar una relación de amistad".

Sobre la llamada, López Obrador, líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), informó que planteó al republicano un acuerdo integral de proyectos de desarrollo que generen empleos en México, con el fin de reducir la migración.

Para el historiador Ojeda Revah, un escenario en la relación futura podría ser que se acote el libre comercio bilateral y México se reoriente más hacia el mercado europeo y chino.

"Viene un momento de diversificación para México", previó el académico de la máxima casa de estudios mexicana.

López Obrador indicó el martes que su equipo acompañará el trabajo del grupo de negociadores del gobierno mexicano en la revisión del TLCAN, que podría heredar su administración si no concluye antes de diciembre.

El pacto vigente desde 1994 es, en buena medida, responsable de que el comercio bilateral creciera a los 550.000 millones de dólares anuales de la actualidad, además de que autoridades y expertos lo miran como un puente que conectó a los vecinos en otros rubros.

En tanto, Salazar agregó que Trump podría acelerar un nuevo TLCAN para presentarlo como una carta a los votantes antes de las elecciones legislativas de noviembre, luego de que en su campaña prometió revisarlo a condición de no sacar a Estados Unidos alegando que daña sus empleos.

En cuanto a la migración, el otro tema que ha acaparado la relación bilateral bajo la era de Trump, el académico de la Flacso recordó que López Obrador plantea fortalecer el ingreso de los trabajadores mexicanos para inhibir que crucen la frontera. 

Expuso que cierto sector de la izquierda cree que el gobierno mexicano mantiene artificialmente los salarios bajos para ofrecer una ventaja competitiva frente Estados Unidos, una idea que dijo que no comparte.

"Eso no es así. Si México ofrece eso es porque eso es lo que tiene", opinó Salazar. Trump arremete cotidianamente contra la migración de mexicanos hacia Estados Unidos, a pesar de que estudios en ambos países muestran que el flujo está en su nivel más bajo en años y es mayor la cantidad de migrantes que regresan a México.

Ojeda Revah manifestó que si el republicano insiste en levantar el muro en la larga frontera común es previsible que entre en fricciones con López Obrador, al recordar que él antes ha demandado respeto para el país.

El virtual presidente electo asumirá el gobierno mexicano con una legitimidad "incontestable" tras obtener casi el 53% de los votos en la elección, el mandato más grande en décadas en México, y es un líder indiscutible que moviliza a las masas, enfatizó.

"Trump tiene muchos problemas para llevar a cabo el proyecto del muro. En caso de que lo pudiera materializar supongo que sí habrá una respuesta enérgica de parte de López Obrador", agregó el investigador de la UNAM.