El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, acusó al presidente Daniel Ortega de atacar a sacerdotes

Con información de EFE

Por lo menos 448 personas han muerto, 2.800 han resultado heridas y 595 están desaparecidas en medio de las protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, que cumplieron ayer 100 días, informó la ONG Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.

Su secretario ejecutivo, Álvaro Leiva, dijo que la lista de víctimas es preliminar porque han tenido problemas para confirmar casos registrados en zonas de difícil acceso. Añadió que algunas de las 2.800 personas heridas quedarán con secuelas para toda la vida.

Desobediencia. Representantes estudiantiles anunciaron que 90% de los alumnos de la estatal Universidad Autónoma de Nicaragua de la ciudad de León acordaron no acudir a la reanudación de clases mientras se mantenga la crisis, que ha ocasionado alrededor de 300 muertos en las manifestaciones contra el gobierno.

“Los estudiantes nos hemos declarado en desobediencia estudiantil”, afirmó el Movimiento Estudiantil 19 de Abril ante el retorno a clases a partir de mañana, decretado por las autoridades de la casa de estudios.

Las clases están suspendidas desde el 20 de abril, dos días después de estallar la revuelta popular. “Volveremos a hacer resistencia al llamado de regreso a clases de las autoridades universitarias y los dirigentes del Centro Universitario de la Universidad Nacional, marionetas del régimen”, sostuvo el movimiento estudiantil.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, acusó al presidente Daniel Ortega de atacar a sacerdotes. “En Nicaragua, el gobierno del presidente Ortega está virtualmente librando una guerra contra la Iglesia Católica”, dijo en una ceremonia en el Departamento de Estado, que acoge una cumbre sobre libertad religiosa.

El vicepresidente alabó la labor de la Iglesia en el diálogo nacional y criticó los ataques de paramilitares pro gubernamentales contra los obispos. “Muchedumbres respaldadas por el Ejército, armadas con machetes e incluso con armas pesadas, han atacado parroquias y propiedades eclesiásticas. La policía ha agredido físicamente a obispos y sacerdotes”, afirmó.