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Julio Borges: La Fuerza Armada también es parte del cambio

El parlamentario indicó que hay más de 230 funcionarios detenidos, porque su compromiso con los ideales y la Constitución los convierte en un peligro latente para el Gobierno

Nota de Prensa

Durante su discurso en el encuentro parlamentario realizado en Cúcuta, entre la Asamblea Nacional y el Congreso Colombiano, el diputado Julio Borges exigio la liberacion de todos los presos políticos, incluyendo los militares detenidos durante los últimas semanas y señaló que "la Fuerza Armada forma parte del cambio". Asimismo el expresidente del poder legislativo venezolano pidió mayor presión democrática y acciones concretas a los países de la region, para este mismo año lograr un desenlace político y pacífico a la crisis  institucional y humanitaria que padece nuestro país.

AQUÍ EL DISCURSO COMPLETO DE JULIO BORGES:

Es un honor tener la oportunidad histórica de dirigirme a ustedes aquí, en Cúcuta, en medio de los tiempos que corren para la política, la economía y la sociedad en Venezuela, me exige comenzar haciendo mención, al menos de una manera breve, de parte de la historia que nos une. Un repaso que, debo decir, me emociona porque creo que servirá para llenarnos de fuerza ante el compromiso que tenemos por delante.

Hace ya 205 años, ante la amenaza de que el realista Monteverde y sus tropas vinieran desde Venezuela a invadir el Virreinato y someter a los rebeldes que conquistaban la Independencia para Nueva Granada, el Congreso de Tunja tomó la valiente decisión de apoyar a unos oficiales venezolanos, sumándose a ellos un nutrido grupo de patriotas neogranadinos dispuestos a vencer al enemigo común.

El líder de aquella expedición fue Simón Bolívar. Fue él quien decidió que, en medio de la estrategia propia de los tiempos de guerra, las fuerzas patrióticas se dividieran en dos columnas. La primera se la confió al prócer antioqueño Atanasio Girardot. La segunda al caraqueño José Félix Ribas. Y desde Ocaña, después de liberar el Magdalena Medio haciendo posible navegar desde Bogotá Hasta Cartagena, el 16 de febrero de 1813, tuvo lugar la Batalla de Cúcuta.

Desde aquí salió Bolívar hacia Venezuela. Y así comenzó la Campaña Admirable. Desde aquí. Desde Cúcuta. Desde esta misma ciudad donde hoy, como uno de los diputados electos por las fuerzas democráticas que representamos a nuestro pueblo con orgullo y sin miedos, puedo asegurarle a cualquiera que nos escuche que estamos decididos a recuperar la democracia en Venezuela. Y es mi deber señalar que estaremos dispuestos a acompañar al pueblo colombiano a defender suya cuando sea necesario, comprometidos con esta lucha por ser naciones hermanas y libres. Siempre hermanas. Siempre libres.

Hoy nuestra historia compartida nos está dando la oportunidad de comprender que Cúcuta ya ha sido testigo de que los colombianos y los venezolanos somos capaces de enormes proezas cuando trabajamos juntos. Juntos y a favor de la Libertad.

Estar en Cúcuta nos pone frente a esa expectativa histórica. Y hoy no podemos ser menos. Esta reunión debe llenarse de un nuevo espíritu político y democrático, capaz de demostrarle a quienes amenazan a la democracia que ni siquiera con el ejercicio repetido de la violencia, ni con la extorsión convertida en el único método para conseguir el apoyo popular, ni con el chantaje cruel que utiliza el dolor y la necesidad de quienes menos tienen para conseguir el Poder, podrán fracturar algo que ya es real: la democracia volverá a Venezuela y Colombia está de nuestra parte.

Ustedes saben tan bien como nosotros que una Venezuela condenada a los desmanes y excesos de Nicolás Maduro es una amenaza tanto para Colombia como para el resto del continente. Y por eso ustedes, hermanos colombianos, deben luchar con intensidad para lograr que un cambio político urgente llegue a Venezuela.

No me queda duda alguna de que ésta será la épica más importante que hemos tenido que emprender juntos como naciones desde las Guerras de Independencia. Más de dos siglos después estamos convocados de nuevo a avanzar juntos, pero sería imperdonable cometer los mismos errores.

 Y por eso hacemos un llamado a las Fuerzas Armadas de Venezuela desde aquí, desde el lugar donde comenzó la más grande de las gestas de Bolívar, con la intención de que se pongan a la altura del momento que vivimos. Es una invitación a ponerse del lado del Pueblo y de la Constitución. Hoy en los cuarteles de Venezuela, sépanlo, hay un gran descontento interno por la crisis que vive el país y que afecta directamente a la tropa y a sus familiares. Y ese descontento se ha agravado después de un atropello electoral sin precedentes que ha sido conjurado por el Consejo Nacional Electoral, sus rectoras y el partido de gobierno el pasado 20 de mayo.

La mayor demostración de esta delicada circunstancia es que hay más de 230 funcionarios detenidos, porque su compromiso con los ideales y con la Constitución los convierte en un peligro latente para el gobierno de Nicolás Maduro. Quiero aprovechar esta jornada histórica para a nombre de la Asamblea Nacional exigir su inmefiata liberación. Vaya nuestra solidaridad con ellos y con sus familiares. Ustedes también forman parte de este cambio

Mientras tanto, el régimen en Venezuela seguirá tratando con desdén a Cúcuta y a la Democracia Colombiana. No debería extrañarnos. En la historia contemporánea, todos los regímenes totalitarios han visto en las fronteras un peligro latente. Son muchos los personajes que han insistido en etiquetar nuestras fronteras con los fantasmas del contrabando, las guerrillas y otras consecuencias que tienen su verdadera causa en una terrible gestión de la cual son responsables.

Para quienes defendemos la democracia, en cambio, un territorio como éste es la expansión de una misma idea de Libertad. Y por eso no quiero finalizar sin agradecerle a Colombia su enorme demostración de solidaridad y humanidad al recibir a quienes han sido desplazados de mi país por el miedo, la violencia y el hambre. Gracias, Colombia. Gracias siempre. Nunca olvidaremos esto.

También estamos aquí demostrando que la Asamblea Nacional de Venezuela y el Poder Legislativo legítimamente electo está batallando sin descanso por devolver el orden constitucional y la democracia a nuestro pueblo. En esa lucha muchos de nuestros compañeros han sido encarcelados. De modo que le hacemos saber que no descansaremos hasta ver liberados a cada uno de los presos políticos que el régimen ya ha tenido que asumir como presos de conciencia en sus torpes y vacilantes declaraciones recientes. Cada uno de ellos, incluyendo a los militares que han sido apresados por defender la Libertad, dejará de ser un rehén de la dictadura. Es esa una parte fundamental de esta pelea que estamos dando.

Con la crisis desbordante que amenaza la gobernabilidad en manos de Nicolás Maduro, ya cuestionada y desconocida por las democracias más relevantes del planeta, nuestra organización interna y la presión internacional hacen imposible creer que puedan mantenerse durante mucho tiempo más. Nosotros estamos listos para enrumbar a Venezuela hacia el Progreso y la Libertad. En buena medida este encuentro servirá para hacerles saber que tenemos claros nuestros objetivos y conocemos las estrategias políticas necesarias para conquistarlos.

Pueden confiar en que comprendemos la importancia de la Unidad. Tal convicción es el motivo de los ataques y las amenazas de un régimen sin escrúpulos a la oposición venezolana. Nos han ilegalizado los partidos. Nos han inhabilitado liderazgos nacionales. Nos han acosado, perseguido y amenazado. Y aun así seguimos unidos con la firme convicción de alcanzar un cambio político junto al Pueblo.

Toda América nos acompaña en esta lucha. Ha sido parte de las gestiones, de los esfuerzos, de los avances. Conocemos el tamaño del compromiso que hemos asumido y sabemos muy bien que no será fácil, pero estamos determinados a conquistar cada uno de los objetivos.

El territorio donde estamos hoy no es una frontera. Cúcuta no es una frontera, sino un territorio común. Una ciudad que tiene en cada esquina el remanente de esa historia compartida que alguna vez nos hizo grandes como pueblos, como políticos, como naciones.

Por eso me voy a permitir extender una invitación, hecha a cada uno de ustedes, a cada colombiano y a cada venezolano a quien le lleguen estas palabras. Una invitación a emocionarnos, a llenarnos de la fuerza necesaria para defender nuestras convicciones.

Emocionémonos. Emocionémonos juntos porque será desde Cúcuta, la misma ciudad donde empezó la gesta más admirable de nuestra historia, que los venezolanos emprenderemos un avance indetenible hacia la justicia, el progreso y la libertad.

Esta nueva campaña no nos exigirá cruzar Los Andes. Hemos podido llegar más allá, recorriendo el mundo entero buscando apoyo para defender los derechos del pueblo venezolano a vivir en Libertad. Y por eso nuestro reto es todavía más demandante: devolverle la Libertad a Venezuela y hacer valer el apoyo de todo el mundo libre.

¡Devolvamos la Democracia a Venezuela!