Decode Anzoátegui rechaza elecciones ilegítimas
"El primer obstáculo para participar en un proceso electoral, es que el mismo fue convocado por la “ilegal Asamblea Nacional Constituyente"
Nohemí Rondón/Redacción
El Frente para la Defensa de la Constitución y de la Democracia (Frente DeCoDe) en el estado Anzoátegui, emitió un pronunciamiento ante el venidero proceso electoral a realizarse el 20 de mayo del año en curso.
En el comunicado destacan que, en primer lugar el frente fue creado para defender la Constitución de 1999, la cual ha sido vulnerada por el Gobierno nacional y sus secuaces. Además rechazan las violaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) “quienes se han dedicado en apañar un proceso comicial sin condiciones”.
“La posición del Frente es de apoyar elecciones legítimas y transparentes. Nuestro lema es: “queremos elegir, no relegitimar, no Somos abstencionistas”. Venezuela está presenciando innumerables obstáculos dirigidos desde el alto poder, que le restarán pulcritud y transparencia al proceso y que si no se corrigen, estas elecciones no serán reconocidas, ni por el pueblo venezolano y mucho menos por la comunidad internacional”, expresaron.
Manifestaron que el primer obstáculo para participar en un proceso electoral, es que el mismo fue convocado por la “ilegal Asamblea Nacional Constituyente elegida después de una violación flagrante del Artículo 5 de la CRBV y que además se tomó atribuciones que no le competen, ya que las elecciones deben ser convocadas solamente por el CNE. Asimismo se dificulta el Derecho político Constitucional a elegir y a postularse a cargos públicos”.
Otro de los motivos emitido por Decode deriva en que, el Registro Electoral no es confiable, “ya que se han visto todo tipo de alteraciones de los procesos que se requieren para tener un registro transparente. Por ejemplo, el tiempo para inscripción de los nuevos votantes es de apenas unos días, auditorías no realizadas, doble cedulación e inclusión de fallecidos y consulados en el exterior cerrados. Se ha observado muchos centros donde los miembros de mesa en algunos 100% del Partido Socialista Unido de Venezuela. El Tribunal Supremo de Justica y el CNE han creado normas y reglamentos que violan la Constitución, de forma tal de presentar luego lo ilegal como legal. El gobierno ha creado candidatos a su medida con la intención de dar una amplitud de participación democrática que en realidad no existe. Además, el impedimento de votar a los ciudadanos en el exterior a quiénes se les exige certificado de residencia, que es un requisito ilegal”.
Uno de los puntos siempre exigidos por la oposición venezolana para ir a un proceso comicial fue La Observación Electoral Internacional, sin embargo, el CNE lo desnaturalizó, “pues lo convirtió en un elemento sin valor, casi simbólico, mediante la sustitución del término “observación” por “acompañamiento. El CNE no permite la visita de observación internacional acreditada, sino que, por el contrario facilita la visita de organizaciones de observación parcializadas abiertamente hacia el gobierno como es el caso del CEELA, con la única intención de dar una visión de legitimidad al proceso. Por otra parte estas elecciones se han realizado con un complicado programa de lapsos, indicativo de la falta de transparencia que acompaña este proceso", rezó el manifisesto.
A la par criticaron la apretada agenda por lo cual esta elección debe realizarse en apenas 80 días, con una campaña electoral y propaganda oficial abusivas. En cuanto al Plan República, en los últimos años no ha cumplido su misión de prestar seguridad y protección a los Centros de Votación, permitiendo impedimentos a la actuación e ingreso de los testigos y miembros de mesa de oposición, intimidación y atropellos por parte de colectivos y grupos motorizados, con una conducta del Plan República poco menos que reprochable e indiferente. En conclusión, las elecciones del 20 de Mayo, no tienen el aval de las mayorías en Venezuela, porque violan sus derechos constitucionales, ni tampoco de la comunidad internacional que ya se pronunció severamente por la tesis de la no aceptación. Este es un proceso que pretenden mostrar ante el mundo como institucionalmente legítimo, hipótesis que todavía no ha calado en ningún ámbito. Seguiremos en el camino de la lucha por elecciones transparentes y confiables, dirigidas por un CNE independiente, imparcial y autónomo”.