Legislador holandés pidió aclarar informaciones según las cuales grandes cantidades de oro proveniente de Venezuela entran de forma ilegal en las dos islas caribeñas

Evely Orta 

En el marco del “Encuentro de Comunicación Parlamentaria en la Sede Permanente del Parlatino”, que se celebra en Panamá, donde parlamentarios e importantes periodistas de la región analizaron los aspectos de consolidación de la Red Latinoamericana y Caribeña de Comunicación, el diputado venezolano Julio Montoya concretó una agenda bilateral con parlamentarios de Aruba y Curazao.

Montoya sostuvo reuniones paralelas al evento con Alan A. Howel, vicepresidente del parlamento de Aruba y con Jeser El Ayoubi del parlamento de Curazao y jefe de la delegación de ese país, en las que abordaron temas como el cierre de la frontera marítima y aérea ordenado por el gobierno venezolano, el contrabando de oro y otros minerales, la situación de la Refinería de Curazao.

El diputado zuliano indicó que también conversaron sobre la situación política de Venezuela y elecciones convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente que ha causado un severo rechazo en la comunidad internacional.

En virtud de los problemas generados por el cierre de la frontera con las islas del Caribe Montoya informó que los miembros de la comisión de servicios del parlatino que preside visitaráa Curazao y Aruba para buscar una salida al problema que ha generado el cierre de la frontera.

Es oportuno recordar que el legislador holandés Ronald van Raak solicitó a los Ejecutivos de Curazao y Aruba que aclaren las informaciones según las cuales grandes cantidades de oro proveniente de Venezuela entran de forma ilegal en las dos islas caribeñas.

Curazao exportó oro por más de 440 millones de euros (537,6 millones de dólares) en 2015, lo que representa un 33 % del total de bienes y servicios, lo que convierte a ese mineral en el segundo mayor producto de venta al extranjero, solo por detrás del petróleo refinado.

El comercio ilegal es la raíz del conflicto entre Venezuela y las islas caribeñas de Aruba, Bonaire y Curazao, que provocó que el pasado 5 de enero el presidente Nicolás Maduro ordenara el cierre de la frontera aérea y marítima entre el país y esos territorios.