Iván Acosta indicó que 30 % de los venezolanos viven de remesas, entre 50 y 60 por ciento viven de conceptos de transferencia y Clap, mientras que 20 % lo hacen del trabajo

Con información de Globovisión

El director general del grupo PGA, Iván Acosta, afirmó este viernes que en medio de la economía hiperinflacionaria de Venezuela, a los ciudadanos se les hace imposible ahorrar, sobre todo a quienes devengan un salario en bolívares. 

“El salario mínimo nos tiene tan enfermos que pareciera que lo que ganamos es todo para comer, como si nosotros no nos recreáramos o nos vestimos. En hiperinflación es imposible ahorrar, sobre todo quienes ganan en bolívares. La hiperinflación nos lleva a una especie de crisis personal en donde lo que ganas no quieres tenerlo, porque no te sirve para prácticamente nada. Les recomiendo que busquen adquirir bienes, moderen ciertos privilegios para controlar sus gastos”, señaló Acosta durante una entrevista para Primera Página, transmitido por Globovisión.

El empresario aseguró que la empresa privada se verá obligada a implementar esquemas de pago semanales, e incluso diarios, para sobrellevar la situación económica del país.

“El empresario tendrá que buscar transferirle a los trabajadores grandes masas monetarias para que puedan adquirir algunas cosas y no pierdan la capacidad de compra. Hoy no se sabe ni cuánto se gana al mes”, sostuvo.

Indicó que son ellos, los empresarios, quienes están -en la mayoría de los casos- asumiendo los gastos dentro de la familia de sus trabajadores para, de alguna manera, poder continuar con la generación de ingresos.

“El trabajador no puede ir al Gobierno. ¿A dónde va a ir? ¿A la Fiscalía o al Ministerio de Trabajo? No. Recurre es al empresario, y la responsabilidad de este es tan grande, porque debe buscar la manera de apoyar a su trabajador, ya sea con transporte, vestido. El Gobierno dice que quiere ayudar pero con políticas que, para mí, van en contra del trabajo”, expresó Acosta.

Precisó que el venezolano actualmente gana más en operaciones de los Clap, bajo conceptos de transferencias o remesas que realizando algún trabajo formal.

“30 % de los venezolanos viven de remesas, entre 50 y 60 por ciento viven de conceptos de transferencia y Clap, mientras que 20 % lo hacen del trabajo. Entonces el empresario se ve obligado no solo a competir contra las políticas del Gobierno, sino contra las remesas y hacerlo, además, en un momento tan precario”, puntualizó.

Aun así, ante el escenario que dibuja el empresario, mantiene la convicción de que el fenómeno de la hiperinflación “no durará mucho” en Venezuela. A su juicio, el tiempo “será más corto del que se piensa”.

“El año que viene debería solucionarse, creo que en Venezuela llegará el momento en que el cambio económico sea exigido, ya no solo por un tema de hiperinflación sino por la insuficiencia. No hay manera de traer materia prima, ponerla a producir y eventualmente poder sostener a 30 millones de habitantes, estamos llegando a la necesidad de hacer ajustes”, concluyó el empresario.