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Crece preocupación por uso de criptomonedas como paraísos fiscales

Las leyes existentes requieren que los bancos denuncien actividades sospechosas, incluidos los retiros de más de US$9.999

Con información de Bloomberg

Las autoridades de todo el mundo temen que las criptomonedas se conviertan en paraísos fiscales.

Demasiado tarde. Ya está ocurriendo.

Tomemos como ejemplo a David Drake, cuya gestora de patrimonios familiares con sede en Nueva York tiene más de US$10 millones en inversiones en criptomonedas y cadena de bloques. Está usando dinero digital como una cuenta bancaria en el exterior: un lugar para estacionar legalmente las ganancias de negocios en el extranjero y reducir los impuestos en Estados Unidos.

La primera ministra británica, Theresa May, y el primer ministro indio, Narendra Modi, son algunos de los líderes mundiales que han expresado su alarma ante el aumento del efectivo virtual para mover dinero fuera del país. El Congreso de los Estados Unidos celebró audiencias este mes y el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, hizo un llamado a las 20 economías más grandes del mundo a trabajar juntas para asegurarse de que las criptomonedas no "se conviertan en la próxima cuenta bancaria en Suiza". La preocupación surge después de una exitosa campaña internacional de medidas enérgicas contra los paraísos fiscales en la banca tradicional.

"Todos los países están luchando para encontrar una respuesta", dijo Drake, que forma parte de las juntas de 25 empresas públicas y privadas. "Tiene que haber una estructura regulada que no mate a la industria".

Los primeros en adoptar esta práctica fueron los delincuentes, y su participación se ha incrementado de manera constante, según un estudio de tres años de la Foundation for Defense of Democracies, un centro de estudios no partidista de Washington. Luego vinieron los usuarios como Drake, que dijo que cumple con la ley estadounidense ya que informa las tenencias de sus compañías. Drake dijo que una mejor supervisión ayudaría a legitimar la industria.

Creciente demanda

Existe una demanda de nuevas formas de ocultar activos después de que los reguladores estadounidenses y europeos presionaran a los bancos tradicionales. Han incrementado la aplicación de las normas de "conocer al cliente" y contra el lavado de dinero y han obligado a las instituciones financieras extraterritoriales a divulgar información del cliente. La campaña llevó a muchas firmas financieras principales a limitar el acceso de los clientes al sistema bancario reservado de Suiza. Esto ha hecho más difícil esconder fondos de la supervisión del gobierno, los tribunales, cónyuges u otras miradas vigilantes en el país de origen.

Los intercambios de criptomonedas están cubiertos por las normas, pero la aplicación de las normas no ha sido coherente, especialmente fuera de EE.UU.

El uso de dinero virtual para almacenar activos en el extranjero está evolucionando rápidamente, con la introducción de las denominadas monedas de privacidad, como ZCash y Monero, que utilizan métodos como el encriptado para que no sea posible rastrearlas. Cerca de US$10 billones se encuentran en centros extraterritoriales, según Grayscale Investments, una empresa con sede en Nueva York que ofrece un fideicomiso ZCash a los inversores.

ZCash podría capturar hasta un 10 por ciento de ese monto para 2025, dijo Matthew Beck, de Grayscale.

"Esta es la primera vez que alguien en el mundo puede almacenar su efectivo en privado y ser su propio banco", dijo Beck. "La privacidad es un recurso cada vez más escaso y uno por el que las personas estarán dispuestas a pagar".

A pesar de que ZCash promociona la impenetrabilidad de su tecnología de encriptación, Beck argumenta que la supervisión del gobierno aún es necesaria.

"No creemos que este ecosistema pueda crecer sin regulación", dijo Beck.

Rastreabilidad

Bitcoin, la criptomoneda más popular, es anónima, pero sí se puede rastrear, dado que el libro mayor electrónico público llamado cadena de bloques hace un seguimiento de cada transacción. Aunque todo lo que se revela de compradores y vendedores son cadenas de letras y números, los organismos de seguridad han desarrollado tecnología para rastrear y confiscar bitcoins ilícitos.

Las leyes existentes requieren que los bancos denuncien actividades sospechosas, incluidos los retiros de más de US$9.999, mientras que se exige a los intercambios de monedas digitales que mantengan los registros de los clientes y tomen medidas similares. Una vez que se compran bitcoins, hay un software que puede detectar patrones y rastrear al propietario, dijo Kerry Myers, profesor clínico de contabilidad forense y derecho en la Facultad de Contabilidad Lynn Pippenger School de la Universidad del Sur de Florida en Tampa.

No se puede detener

El estudio sobre el lavado de dinero de la Foundation for Defense of Democracies recomienda que los gobiernos persigan los usos delictivos de las criptomonedas, pero al mismo tiempo respeten la innovación financiera. Sobre todo, señala el estudio, los reguladores no deberían engañarse a sí mismos sobre su capacidad para detener este fenómeno por completo. No es posible.

"Quizás necesitemos examinar las lecciones aprendidas con otros sistemas de pago", dijo Yaya Fanusie, coautora del estudio. "Cuando aparecieron las tarjetas de crédito, hubo abusos, hubo estafas, todavía hay. Pero descubrimos cómo lidiar con ello".

El estudio analizó el lavado de dinero a través de cajeros automáticos, intercambios, sitios de apuestas y mezcladores de bitcoins (servicios que convierten una moneda digital en otra), y descubrió que los usos ilícitos aumentaron de manera sostenida entre 2013 y 2016, el intervalo de tiempo de su investigación.

El estudio también descubrió que los servicios de conversión con sede en Europa absorbían la mayor parte de bitcoins ilícitos, más de cinco veces más que los servicios de América del Norte. Asia tuvo una participación muy pequeña en el lavado, a pesar de que los servicios en esa región registraron la mayoría de las transacciones.

Cualquier regulación tendría que mantener el equilibrio entre proteger los intereses fiscales nacionales y permitir que las criptomonedas continúen innovando y floreciendo, dijo Drake.

"Necesitamos distinguir entre actividades legales e ilegales", agregó.