Reunir la lista de útiles escolares cuesta hasta Bs. 350 mil
Padres y representantes se ven en la necesidad de reciclar o pedir prestados algunos textos para poder paliar la crisis y enviar sus hijos a clase
Nohemí Rondón
Un verdadero dolor de cabeza, así definen los padres la compra de útiles escolares para sus hijos, debido a que la lista de pedidos se hace larga “y la quince es corta”.
Los representantes batallan entre la dura tarea de decidir si comprar los cuadernos, libros, lápices y otros artículos o adquirir alimentos y pagar los servicios.
Ir de comercio en comercio comparando precios se ha vuelto la práctica de los padres quienes en ocasiones salen decepcionados porque un cuaderno oscila entre los 30 y 40 mil bolívares si es de cinco materias, mientras que uno individual empastado está en Bs. 15 mil.
“Desde hace dos meses, lo primero que hago al cobrares verdónde están las cosas más económicas. Pero qué va; en un negocio es más caro que en el otro. Esta situación es muy difícil. Nunca antes me había costado tanto completarle una lista de útiles”, expresó Maira Suárez.
Las quejas de la fémina son compartidas por el resto de los progenitores quienes lamentan la situación, los últimos aumentos de sueldo mínimo que ha habido en el año y de lo poco que alcanza el dinero que cobran luego de un mes de trabajo.
Según los nuevos precios, reunir la lista básica podría costar hasta Bs. 350 mil, mientras que el salario mínimo de un trabajador es de 136 mil bolívares. Una caja de colores cuesta Bs. 34 mil, una caja de lápiz siete mil bolívares, una resma de hoja llegó a 70 mil bolívares. El precio más económico de una guía de estudio es de 50 mil bolívares; un libro 90 mil bolívares y el sacapuntas llegó a Bs. 5 mil.
La encargada de una librería en Barcelona, Nancy Pérez, destacó que los artículos escolares han aumentado un 70% en comparación a septiembre del año pasado, cosa que dijo afecta tanto a comerciantes como al comprador. “Si a nosotros nos incrementan también debemos hacerlo, pues de lo contrario solo tendríamos pérdidas y un negocio cerrado”, alegó.
Los padres se han visto en la necesidad de reciclar o pedir libros prestados para tratar de ahorrar. “A mi hija le sobro la mitad del cuaderno el año pasado, por lo tanto quité con una tijera lo que estaba escrito, compré un papel para forrar y lo dejé como nuevo”, dijo el ama de casa Gladys Sabino, quien acotó que esta es una de las formas de ganarle a la crisis.