El Secretario General de la OEA ha evaluado constantemente la situación en el país desde que se dieron a conocer las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que atentan contra la democracia 

Luis Méndez Urich

Los ataques desplegados por los representantes de las fuerzas de seguridad en Venezuela en contra de la manifestación opositora que se desarrolló este sábado en la ciudad de Caracas obligaron al Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro a pronunciarse por la situación.

Almagro recibió en la sede de su despacho la información de que la manifestación organizada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) fue reprimida con combas lacrimógenas, perdigones y la denominada “Ballena”, que no es más que un camión que porta agua en su interior y la expulsa con mucha fuerza para dispersar a los manifestantes.

“Condenamos enérgicamente el atentado contra sede Capriles y nos solidarizamos con quienes sufren represión por reclamar derechos”, escribió Almagro en su cuenta oficial de Twitter.

Las protestas en Venezuela se han desarrollado en varios estados del país. Sin embargo el mayor número de heridos, detenidos y fallecidos se ha registrado en la región central (estados Miranda y Distrito Capital) situación que ha motivado a Almagro a pronunciarse constantemente sobre la situación.

“Un manifestante muerto y decenas de heridos y detenidos es el saldo inicial de la represión de la víspera, que busca sofocar el clamor por elecciones libres, la única forma de salida para un país devastado por la crisis política y el saqueo”, se desprende de un documento de la OEA.

Responsabilidad militar

Almagro, también aprovechó la oportunidad para destacar la responsabilidad de los militares en defender la institucionalidad del país y evitar que se ejecuten órdenes irregulares que afectan la paz de ciudadanos que desean manifestar pacíficamente.

“Se trata de un autoritarismo que se escuda en las fuerzas armadas que, lejos de actuar como las fuerzas del orden, actúan como las fuerzas de la represión y del terror. Es un autoritarismo que, en su escalada de odio y vergüenza, contagia también de odio y vergüenza a las fuerzas armadas”, agrega.

Asimismo, cuestiona el denominado gobierno “cívico-militar” y lo acusa de ser el responsable de la pérdida de los valores democráticos en el país. Esa situación ha llevado a Venezuela a una profunda crisis alimentaria y a un incremento del odio debido a la represión.

“Hoy me veo obligado a advertir al gobierno de Venezuela que los demócratas del continente no aceptaremos pagar con sangre venezolana las deudas de democracia, libertades, prosperidad, Constitución y derechos que sus gobernantes han contraído a costillas del pueblo”, expresa  el secretario general de la OEA.