Maira Marín, dirigente del Sindicato Venezolano de Maestros, Sinvema, afirma que el sistema educativo no admite improvisaciones, porque como todo sistema, todos los factores y programas deben estar integrados

Niurka Franco

La presión popular se hizo sentir y  por fortuna, el pasado viernes, el Ministerio de Educación a través de su titular, Elías Jaua, decidió suspender el avance de la transformación curricular, cuyo comienzo estaba previsto a partir de enero.

Así se desprende de lo Dicho por la docente Maira Marín, dirigente del Sindicato Venezolano de Maestros, Sinvema, quien estima como sano, pues a su juicio, los errores en el área de educación suelen tener un costo muy  alto y el cambio que se pretende dar de forma inconsulta, es un error.

“La transformación curricular requiere una consulta amplia, de manera que sean tomados en cuenta los diversos factores que están en juego, dado que se trata de un sistema y como en todo sistema, deben ser tomados en cuenta los programas  y factores de forma integral”.

Uno de los aspectos más controversiales del cambio que se pretende hacer, tiene que ver con el horario de estudio (de 8 a 4:30pm), la formación integral de los profesores para impartir enseñanza de hasta tres asignaturas  como física, química y biología, además de la evaluación.

Esa transformación curricular en un momento como el que vive el país es inviable según la dirigente sindical, quien refiere que si en la actualidad muchos niños se desmayan en sus sitios de estudio por hambre y el horario es de 8 a 12, mantenerlos  hasta la tarde en un salón de clases implicaría convertir los planteles en salas de emergencia.

Observa que los institutos  universitarios pedagógicos imparten formación a los licenciados en educación para cada área de conocimiento, por lo que luce incongruente el que se pretenda otorgar cargas académicas adicionales a los docentes, cuya calidad de vida según manifiesta, ha ido en franco deterioro.