“La construcción decreció en un 24%, lo que resulta preocupante para un país que anteriormente estuvo a la vanguardia en materia de edificaciones”

Con información de Notimex

El sector de la construcción pública y privada en Venezuela se encuentra paralizado en un 85 por ciento, debido a la errática política de vivienda implantada por el gobierno nacional, afirmó el constructor privado Rafael Goeta.

“La construcción decreció en un 24.0 por ciento, lo que resulta preocupante para un país que anteriormente estuvo a la vanguardia en materia de edificaciones”, precisó el presidente ejecutivo de Construcciones Olcar C.A, Rafael Goeta.

Goeta, en diálogo con Notimex, dijo que ahora resulta que países como Nicaragua y República Dominicana con economías más pequeñas que la venezolana han tenido crecimientos importantes, por encima de 124 por ciento, con tendencia a continuar creciendo.

Observó que en 17 años de revolución el gobierno ha construido 680 mil viviendas (40 mil anuales en términos absolutos), lo que en su opinión viene a ser uno de los peores desempeños “de toda nuestra historia republicana”, comparándolo con gobiernos anteriores.

“En términos relativos, es decir, viviendas por cada mil habitantes, el actual gobierno ha construido 1.52 por cada mil habitantes, cuando por ejemplo, en el primer gobierno del expresidente Rafael Caldera se construyeron 3.88 por cada mil personas”.

Resaltó que la construcción está paralizada porque se está produciendo menos del 20.00 por ciento de acero líquido y que lo mismo ocurre en el sector cemento, que de 10.2 millones de toneladas métricas en la producción de cemento, se pasó a 5.9 en el año 2016.

“La situación es grave por la ausencia de inversiones por parte del sector público; falta de estímulos a los constructores privados y sobreprecios que paga el gobierno a empresas chinas, rusas, brasileñas y jordanas, las cuales reciben 160 mil dólares por vivienda”, denunció.

Goeta dijo que la paralización de la construcción ha generado un desempleo atroz de más del 80 por ciento y se pronunció por una política de subsidios que permita a los particulares elegir la vivienda que desean, en lugar de tugurios de la Misión Vivienda Venezuela.

“Si a cada venezolano se le dan 15 mil dólares para que adquiera una vivienda nueva se estimularía el sector privado de la construcción, que está dispuesto a construir viviendas económicas y de una altísima calidad y confort”, señaló.

Agregó que de esta forma el gobierno dejaría de pagar 160 mil dólares por vivienda a los constructores chinos, rusos y bielorrusos que han sembrado al país de construcciones con vicios ocultos, estructuras frágiles, y materiales de tercera traídos del exterior.