​Habitantes del sector Buenos Aires de Barcelona afirman que el gobernador encargado es ciego, sordo y mudo frente a los problemas que enfrenta la comunidad

Niurka Franco

Las lluvias caídas en el municipio Cajigal han generado graves problemas a la población de la localidad y Barcelona no está exenta, por fortuna, Dios ha protegido al municipio capital, donde las vicisitudes son muchas y pocas las opciones para superarlas.

“Si cae un aguacero de más de una hora, podría ocurrir una tragedia si ese hueco sigue ahí”, afirma el dirigente comunal Tony Guerrero, habitante del sector Buenos Aires, quien califica de inconcebible el que estando la sede del ejecutivo regional tan cerca, todavía no hayan accionado para arreglar el colector caído.

A su juicio, el mandatario regional debe prestar oído a las denuncias de la comunidad si es que no quiere salir a la calle, porque la situación ha sido muchas veces denunciada y ni siquiera se inmuta.

Advierte el dirigente vecinal a las autoridades tanto regionales como locales, que cualquier cosa que ocurra será de su única responsabilidad, debido a que no es poco tiempo el que lleva el profundo cráter a escasos metros de la sede gubernamental.

Habitantes de la localidad afirman que si el hueco se llena de agua con las lluvias que han sido recurrentes en estos días, fácil se traga a una persona y mucho más rápido a un niño. “Ojalá nada ocurra en el nombre de Dios, pero no podemos dejar todo en manos del Creador”.

Según Guerrero una de las excusas dadas para no actuar con diligencia frente al problema de la calle rota es la falta de recursos, pero afirma que se gasta mucho más de lo que podría costar la reparación, alquilando autobuses, pagando tarimas y sonido cada vez que dirigentes nacionales visitan el estado, tal y como ocurrió recientemente, cuando Diosdo Cabello y Aristóbulo Istúriz, vice presidente del Psuv y vice presiden te de la república visitaron el municipio capital.