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Caída de 80% en ventas estiman comerciantes de Barcelona

​Bachar Kobrosly, vicepresidente de la Cámara de Comerciantes e Industriales del municipio capital afirma que el aumento de salario mínimo solo traerá más inflación y desempleo

Niurka Franco

La caída del poder adquisitivo del venezolano es evidente, ya nadie acude a un local comercial a comprar de manera despreocupada algo que le gusta, por el contrario, las pocas personas que compran lo hacen de forma limitada, en ocasiones hasta proponen el sistema de apartado porque les resulta imposible comprar cualquier prenda de vestir porque la comida absorbe casi todo el ingreso familiar.

Así se desprende de lo dicho por Bachar Kobrosly, vicepresidente de la Cámara de Comerciantes de Barcelona, quien refiere que el poder adquisitivo de la población se fue a pique presionado por la alta inflación que existe en Venezuela.

“Ya ni las ofertas atraen clientela porque el asunto es que la gente no tiene capacidad de compra y aunque los comerciantes intentan hacer ofertas variadas, éstas no logran el efecto deseado porque el ingreso familiar no alcanza para otra cosa que no sea comida”.

El dirigente gremial estima que las ventas al menos en el área en la cual se desenvuelve (bulevar de Barcelona), han caído en 80% lo que imposibilita a los comerciantes de poder planificar la reposición de inventarios, debido a que tienen que hacer malabares para salir de la mercancía y una vez que lo logran, entonces deben poner de su bolsillo para no tener que cerrar.

Kobrosly asegura que la situación amenaza con agudizarse a la luz del último ajuste del salario mínimo en 50% lo que a su juicio estimulará la inflación y se traducirá en mayor desempleo.

Observa que en el caso de negocios pequeños, muchas veces pasan la mañana si hacer una sola venta, pero deben igualmente pagar servicios y salarios. Esos negocios no podrán mantenerse con las puertas abiertas y si lo hacen, deberán hacerlo con pura familia, porque contar al menos con dos empleados implicaría tener que desembolsar mínimo 130 mil bolívares sólo para pagar salarios y luego están los servicios. “Nadie puede con eso”, subrayó.