El hambre se ha convertido en el común denominador del ciudadano de a pie, cada día más agobiado por la escasez y el alto costo de los alimentos que aun se consiguen, mientras la desnutrición hace estragos en la población

Niurka Franco

“Nunca como ahora los venezolanos habíamos vivido una situación de miseria como ésta  y menos habíamos tenido que soportar ver a nuestros hijos llorar por hambre”, afirma Delia Rodríguez, quien  con la voz ahogada por el llanto y el rostro curtido por el sol, comenzó a dar gritos a las puertas del Centro Comercial  Central  Madeirense de Barcelona, clamando a Dios que la ayudase.

“No tengo qué darle de comer a mis hijos, ya no puedo más” repetía  entre sollozos la desesperada mujer en el estacionamiento contiguo al automercado, de donde Salió minutos antes con las manos vacías.

La escena descrita, aunque dolorosa ya se ha vuelto cotidiana, por lo general, son las madres de familia las que explotan al tener que recorrer  sin éxito  hasta 6 establecimientos en busca de comida, para regresar a sus casas sin nada, bien porque no hay o porque lo existente  es excesivamente caro.

“Quería llevar aunque fuera un atún y pasta, pero una lata mediana ya está en más de 2 mil bolívares y la pasta que están vendiendo es  importada  y cuesta 2 mil 600 bolívares medio kilo, dígame quién puede comprar eso, nadie, menos quienes ganamos 15 mil bolívares, que es el salario mínimo” afirma la educadora jubilada María Saavedra.

Esta realidad arropa a la mayoría de los venezolanos, a quienes el hambre, la escasez y el alto costo de la vida les ha obligado a comer una o dos veces al día cuando más, teniendo que recurrir a varios vasos de agua “para evitar la fatiga” como reveló una ama de casa que prefirió reservar su identidad.

Cesta básica sigue en ascenso

Y Mientras el drama del hambre continúa tomando terreno, las cesta básica se va a las nubes, pues de acuerdo con el informe del Centro de Documentación y análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros del Ministerio de Educación, CENDAS, la canasta básica familiar se ubicó en 365.101, 19 bolívares durante el mes de junio, lo que indica que una familia necesita  24,3 salarios mínimos para poder adquirirla.

“Eso explica por qué hay tantos niños desmayándose y tantos adultos abriéndole un nuevo agujero a la correa para sujetarse los pantalones, la realidad es clara, en Venezuela la población está pasando hambre”, sostuvo al referirse al costo de la cesta básica el presidente de la Federación de trabajadores del estado Anzoátegui, Tito Barrero, quien además fustigó al Gobierno por considerar que han sido sus políticas erráticas las que han generado la tragedia que hoy vive Venezuela y que pretenden resolver con los fracasados Clap.