Dos bandos se disputaron el control durante la jornada de distribución de las bolsas de comida en el populoso sector barcelonés, donde muchos dijeron haber quedado como la guayabera ."Es un beneficio solo pasra chavistas advirtió Clara Oliveros de Unamujer

Redacción

Desde tempranas horas de la mañana de este sábado, habitantes de las más de 250 casas que integran el conjunto residencial Los Vidriales, en Barcerlona,  estuvieron expectantes ante lo que sería la llegada de las bolsas de comida vendidas a través de  los  Comités Locales de Abastecimiento y Producción, mejor conocidos como Clap,puestos en funcionamiento desde el pasado mes de abril en toda la geografía nacional, a la luz de los problemas que rodean el desabastecimiento  derivado de la falta de producción e importación de alimentos.

Las esperanzas de los vecinos de este populoso sector barcelonés se vieron frustradas con la entrega de las primeras bolsas, porque pese al censo previo hecho por el consejo comunal, la preciada bolsa compuesta  por 2 kilos de harina de maíz, 1 kg de pasta, 2 empaques de leche en polvo y 1 litro de aceite,  no llegó a todos quienes la esperaban con sus  1mil 250 bolívares en mano.

A través de vecinos del sector, se conoció que la jornada de venta se convirtió en un calvario,  porque en el lugar según advirtieron, existen 2 bandos, uno controlado por las UBCh y el otro por Clara Oliveros, quien supuestamente labora en la Unión Nacional de Mujeres Unamujer.

Trascendió que esta señora decide a quién se le venden los alimentos  y a quién no. “Las bolsas son asignadas por familia, pero existen casas donde viven hasta 3 familias, malmente  podrían mitigar el hambre con una sola bolsa”, comenta  una moradora del sector.

La distribución de estos alimentos a precio regulado  se produce mediante intervención de los consejos comunales y Unamujer. Representantes de ambos entes oficiales se encargan de la venta a quienes  se hayan inscrito para obtenerlas.

Para registrarse en los Clap, las familias deben vaciar  los siguientes datos en una planilla:

-Personas que integran las familias

-Edades

-Enfermedades crónicas o discapacidades.

-Si alguno produce algo y qué produce.

“Esas bolsas deberían ser para toda la población, porque no son adquiridas con dinero del presidente  Maduro  ni de los funcionarios del  gobierno, sino con recursos que nos pertenecen a todos los  venezolanos, pero no, ellos se la asignan a quienes están uña y sucio con el proceso, un proceso que discrimina y humilla, eso no debe ser”, comentó un padre de familia que pidió mantuviéramos  oculta su identidad.

Además de Los Consejos Comunales y  (Unamujer) en la distribución de las bolsas Clap participa personal del Frente Francisco de Miranda, además del  ministerio del Poder Popular para la Alimentación, el cual según voceros del gobierno, se encarga  de garantizar que los alimentos lleguen a los puntos donde serán distribuidos.

Combate al bachaqueo  o nueva forma de racionamiento a la cubana

Aunque voceros del  Gobierno nacional aseveran que la creación de los Clap busca mejorar la distribución de alimentos y eliminar el bachaqueo como forma perversa de especulación, usuarios aseguran que nada de eso se ha logrado con los Clap.

“No se puede distribuir lo que no se produce, afirman voceros del sector opositor, entre ellos el ex presidente de la Federación de Administradores de Venezuela, Benito Gómez, quien afirma que mientras en el país no se vaya a un proceso de reactivación de la producción no habrá sistema de distribución que valga, porque si hay 100 personas y sólo 2 paquetes de harina, es obvio que  el producto quedará en manos de quién más pague y que habrá 99 personas disputandoselo.

Desde la perspectiva  de  algunos dirigentes políticos, entre ellos Pedro Galvis, militante de Un Nuevo Tiempo (UNT)  los Clap  son solo mecanismos de control social que el gobierno aplica para manipular mediante el hambre a la población.