Habitantes del estado insular deben hacer colas de hasta un día entero, para terminar comprando 2 kilos de harina pre cocida y un detergente para lavar platos. “Esto es una agonía” aseguró una vecina del sector Achípano, quien califica a los Clap como “potes de humo”

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“Una agonía es lo que estamos viviendo los margariteños y cochenses que para poder comprar comida tenemos que hacer cola todo un día y con todo y eso, a veces regresamos a la casa sin nada en las manos”, aseveró Amarilis Salazar, moradora del sector Achípano  en el municipio Mariño, quien afirma que para poder dar de comer a sus tres hijos tiene que recurrir a intercambios vía internet.

Confiesa la joven madre que las colas en Sigo la Proveduría, Rattan y Unicasa sólo verlas producen desasosiego. “Solamente Dios sabe lo que significa para uno estar pasando hambre, bajo un solazo y encima recibiendo humillaciones de la Guardia en esas colas kilométricas para comprar comida”.

Al testimonio de la mujer se suma el de una abuela quien se identifica como “Goyita” de 77 años para quien los tiempos actuales son los días finales. “Está escrito en la Biblia, la gente tendrá el dinero para comprar y no encontrará qué comer y así estamos”, comenta.

No obstante, su nieto, Jesús Mata refiere a modo de chanza que sí son los tiempo finales, pero del modelo socialista, el cual asevera ya se agotó. “A esta gente le llegó su cuarto de hora, si aquí hicieran elecciones mañana perderían por paliza, porque han sometido al pueblo a las peores humillaciones y vejaciones”.

El joven,  refiere que la gente cansada y desesperada por el hambre, ya se está acostumbrando a ver como normales situaciones delictivas como hurto de bolsas de comida, saqueos y otros delitos. “Hace apenas unos días en plena avenida Juan Bautista Arismendi y con la cara expuesta, la población saqueó un camión cargado de pasta porque aquí hay hambre”, expuso.

En las colas están expuestos a todo

Un residente de Porlamar que prefirió mantener su nombre en reserva, señaló que permanecer en una cola más de dos horas implica estar en riesgo constante, porque la agresividad de quienes están sometidos a ese vejamen está a flor de piel.

Eso se evidenció en la colas de la avenida Bolívar la madrugada de este lunes, donde una joven estudiante de Derecho fue agredida por efectivos de la GN y ahora mismo está en terapia intensiva en el Hospital Luis Ortega, debatiéndose entre la vida y la muerte, que necesidad hay de estar así, cuando Venezuela es un país tan rico y que según la canciller Rodríguez tiene comida para abastecer a 3 países más”.

Según testimonios de algunos neoespartanos, los Comitésomités Locales de Abastecimiento y Distribución (Clap) son discriminatorios y no llegan sino a quienes los oficialistas identifican como socialistas.

Al respecto Maritza Millán, aseveró que nunca ha visto las bolsas que venden los Clap. “Eso es un pote de humo, usted cree que si eso realmente funcionara aquí en Margarita tendríamos este desastre, cuando aquí hasta los más pobre teníamos para desayunar un queso de bola, pescado, huevos, queso, sardinas, arepa, lo que quisiéramos, esa gente lo único que nos ha traído a Margarita y a Coche ha sido hambre y miseria, que Dios y la Virgen del Valle nos protejan y permitan que ya nos dejen vivir en paz”

César Rodríguez, presidente de la Mesa de Alimentación en Nueva Esparta dijo a través de un medio local, que a pesar de que cada vez es mayor el ingreso de alimentos a la entidad, ve con suspicacia que las colas en supermercados y abastos son cada vez  mayores. “No descartamos  que sean generadas por factores políticos adversos al gobierno de Nicolás Maduro”, dijo.