Intentos de saqueo en mercado de Puerto La Cruz generan zozobra
Efectivos de la Guardia Nacional tomaron las instalaciones del populoso mercado porteño donde una escaramuza matutina generó alarma por parte de los comerciantes informales, ante el grito de saqueo
Niurka Franco
“No permitiré que ningún ratero venga a arrebatarme lo que con tanto esfuerzo he logrado, quien se atreva a meterse con lo mío recibirá lo que merece”, afirmó Joaquín Güaregua, comerciante informal, quien afirma que una cosa es el hambre y otra el vandalismo. “Que vayan a saquear los bancos no a nosotros que somos pobre y trabajamos hasta reventar para poder mantenernos”, afirma.
En horas de la mañana de este viernes, los informales asentados en el ´populoso mercado porteño cerraron sus puertas y abrieron muy bien los ojos ante la amenaza de saqueo que no solo estuvo presente en Puerto La Cruz, sino también en el automercado Fiorca ubicado en el sector Venecia de Lechería.
En virtud de los rumores y el movimiento de personas en las adyacencias del centro de acopio porteño, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana tomaron el lugar para resguardarlo, mientras los expendedores de carne, pollo y pescado, se mantuvieron alerta ante la posibilidad de ser atacados.
“Ya estoy cansada de tanto pasar trabajo, aquí se perdió el respeto y el orden mire aquí está la Guardia y aún así los usureros bachaqueros no respetan, allá afuera están pidiendo 2 mil 500 bolívares por un kilo de arroz con sabor a ajo, eso es una grosería, un delito”, sostuvo Aura, una señora de más de 60 años quien se acercó al equipo de elmercurioweb.com para referir que en toda su vida, nunca vio una situación similar a la actual en Venezuela.
Advierte que nadie puede olvidar esta lección, “todo lo que nos está pasando es una enseñanza, ojalá que no la olvidemos y que cuando vengan otros políticos a hablarnos de igualdad y de darle al pueblo el paraíso, pintando pajaritos en el aire, sepamos para dónde los vamos a mandar.
A su juicio, quienes decían adorar al pueblo, son los mismos que hoy le cerraron el Mercal y lo ponen a pasar hambre. “Usted no me está preguntando, pero en mi casa no tengo ni agua, aquí estamos muriéndonos de hambre, porque hasta la harina pan nos quitaron y ya ni una arepa con mantequilla nos podemos comer”, se lamentó la señora, mientras esperaba en los alrededores del paseo Miranda a que abrieran el mercado, según dijo, para intentar comprar algún producto regulado porque según y que le avisaron que venderían sin número de cédula.