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Familias con ingreso equivalente al salario mínimo están comiendo una vez al día

La escasez de alimentos aunada a la inflación que cada día gana espacio, hace que muchas  familias tengan que reinventarse a la hora de comer y que la ingesta de alimentos se reduzca drásticamente

Niurka Franco

El venezolano de a pie ya no sabe qué comer , a la casi total ausencia de alimentos en los establecimientos comerciales, se suma la galopante inflación que devora  el ingreso familiar sin piedad, mucho más si se trata del salario mínimo, el cual a partir de hoy 01 de marzo, pasa de 9.648,18 a 11.578 bolívares.

“Para qué  sirve ese aumento?, será para comprar un kilo de lentejas”,  expresó Ana Rojas, al ser consultada desde un mercado de hortalizas, quien se mostró visiblemente indignada. “Aquí  ya estamos a modo indigente”, sostuvo.

Señala que solo en  monte y verduras  para una  sopa, gastó dos mil bolívares. “Todavía me falta la carne o el pollo, saque por ahí cuánto cuesta hacer una sola comida, en este caso sopa que es lo  más rendidor”, dijo para acotar que en su casa han optado por hacer dos  comidas diarias: desayuno y almuerzo.

Pero hay casos más  graves.  Martha  Mejía por ejemplo,   vive en Barcelona y trabaja como aseadora en casas de familia. “A veces me gano en un día 1.500 bolívares, pero eso no me alcanza para comer más de una vez porque en mi casa somos cuatro personas”.

Relata que solía comprar sardinas en el mercado y almorzaban con esa proteína y unas arepas, “ya ni eso, porque no consigue ninguna de las dos cosas y no puedo perder un día de trabajo para hacer cola y comprar la harina, en cuanto a las sardinas, también  están desaparecidas”.

El ex  presidente de la Federación de Administradores de Venezuela, Benito Gómez, se anticipó hace varios meses a esta situación, advirtió que ante la crisis era necesario  un acuerdo nacional, de manera que tanto el gobierno, como el sector privado buscaran salidas para la reactivación del aparato productivo, pero nada se hizo y el problema se ha ido agudizando, entre otras cosas porque no hay divisas para la importación de alimentos.

Entre tanto, los sectores más deprimidos económicamente padecen los estragos de una crisis que pareciera no tener fin, en la que surgió una nueva especie de especuladores, llamados bachaqueros. Éstos  se nutren de la miseria.

A partir de este martes, el  nuevo salario mínimo entró en vigencia, pero sin pena ni gloria, porque 11.578bolívares a los que se le suman los 13 mil 275 bolívares del  bono de alimentación, para un total de 24 mil 853 bolívares no cubre ni la tercera parte de la cesta básica.

“Solo en enero la inflación se ubicó en 14%, mientras la cesta básica familiar según el Centro de Documentación y Análisis  Cendas, en diciembre pasó la barrera de los 139 mil bolívares, entonces tenemos que decir que estamos grave, porque el salario no nos alcanza ni para comer y si comemos  no pagamos servicios, ni nos vestimos o sea que estamos sobreviviendo”, sostuvo el ingeniero Jesús Muñoz, tras fustigar el hecho de que se pretenda continuar engañando a la población con el cuento de la guerra económica y la salida a la crisis alimentaria, con los cultivos urbanos.