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Transportistas llevan 5 días varados en terminal marítimo de Puerto La Cruz

​Conductores de la unidades de carga advierten que están a la deriva y sin información clara acerca de la fecha en la que podrán zarpar. La nueva Conferry tiene dos buques averiados y no hay plan de contingencia para prestar el servicio

Niurka Franco

Inseguridad, insalubridad, matraqueo y desinformación es lo que sobra en el terminal marítimo de Puerto La Cruz Eulalia Buroz, donde gandoleros denuncian un verdadero caos.

“Es fácil decirle a la gente mentiras para que salgan reflejadas en los medios y luego dejar a uno entendiéndose, comenta el conductor José Sánchez, procedente de San Cristóbal.

Afirma que desde la mañana del martes martes se encuentra en el estacionamiento del terminal de Puerto la Cruz, esperando para llevar una carga de papelón molido hacia la isla de Margarita, para paliar la escasez de azúcar, pero ha sido imposible.

“Aquí nadie informa, nosotros estamos a la deriva, pagando comida de los viáticos que recibimos, sin poder asearnos y durmiendo en hamacas que colgamos de las mismas gandolas”, comenta.

Los conductores afirman que las autoridades de Bolivariana de Puertos anunciaron la activación de un plan de contigencia, utilizando naves de la Fuerza Armada, debido a que los buques de carga de Conferry están averiados, pero hasta la fecha no han recibido respuesta.

En vigilia para cuidar la carga

Un transportista que prefirió no identificarse, sostuvo que no ha parado de rogar a Dios porque no se descomponga la carne de cerdo que lleva en su camión y que ya comienza a descongelarse.

“Está refrigerada, pero no estaba previsto que la espera fuera tan larga (5 días), ahora mismo hay sangre debajo de la unidad, aquí deberían dar prioridad a quienes transportamos alimentos perecederos, pero no lo hacen porque por debajo de cuerda lo que quieren es que les demos dinero”.

Afirma que el costo del boleto para su camión es de 9 mil bolívares y que le están cobrando 30 mil por embarcarlo. “Yo no puedo pagar eso, porque no tengo, aquí ya me comí lo que me dieron por viáticos”, comenta.

William Becerra, otro gandolero varado en lo que fue el terminal marítimo de la nueva Conferry, hoy convertido en ruinas, luego de ser demolido, sostuvo que ha pasado 5 días difíciles, sin poder dormir y en zozobra , porque lleva una carga de carne de cerdo y teme que delincuentes puedan saquearlo. “Aquí todo es dinero, si uno no paga no se va”, dijo.