Para algunos especialistas en materia económica, la escalada de la moneda norteamericana y la devaluación del bolívar ha sumido a Venezuela en una hiperinflación

Niurka Franco

“Hubiese preferido que el aumento del salario mínimo nunca se hubiese dado, pero que los precios de la comida se mantuvieran porque cada día es más difícil comprar alimentos, ya ni los productos de Colombia y de Brasil que nos estaban salvando del hambre se pueden comprar, porque vienen a precio de dólar libre".

De esta manera lo expresó Carmen Ereipa, quien presta sus servicios como secretaria en un conocido condominio de la zona. A su juicio, el problema de pérdida de peso y mala alimentación que padece la mayoría de la población, se debe a que cada día el dinero alcanza menos.

“Cómo se explica que uno gane menos de 100 mil bolívares entre salario mínimo y cesta ticket, pero la cesta básica cuesta más de 400 mil, es obvio que tenemos que pasar hambre”, asegura la trabajadora, quien afirma que en su casa hay dos ingresos y ni aun así logran cubrir todos los gastos. "La comida se lleva todo".

Benito Gómez, ex presidente de la Federación de Colegios de Administración de Venezuela, estima que mientras se continúe aplicando una política cambiaria errada, será imposible superar la actual situación, entre otras razones, porque la economía está dolarizada, aunque no se admita de manera formal.

Sugiere una especie de acuerdo nacional que permita enrrumbar al país mientras se llega al cambio político, de manera que la población no continúe siendo sacrificada. Insta a hacer uso racional de lo poco o mucho que se reciba extra durante la temporada decembrina, Recomienda mejorar la vivienda, invertir en bienes muebles, línea blanca o electrodomésticos para preservar el capital, si luego quieren hacerlo estarán más costosos, advirtió tras señalar que los primeros meses de 2017 serán especialmente duros, debido al alto costo de la vida y a la pérdida del poder adquisitivo, “se necesitarán más bolívares para comprar los mismos productos”.

Aunque algunos afirman que en Venezuela el dólar no marca la pauta porque nuestro signo monetario es el bolívar, es claro que al depender casi totalmente de las importaciones, el dólar es indirectamente la moneda que marca la pauta, por eso vemos que un paquete de arroz de origen brasilero hace un mes costaba 2 mil 300 bolívares y hoy hay que desembolsar 4 mil bolívares por ese producto.