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Escasez y alto costo de la vida conspira contra rituales navideños

Comer las 12 uvas del tiempo, lentejas para la prosperidad y estrenar ropa interior amarilla resulta extremadamente costoso, por lo que la tradición ha sufrido modificaciones

Niurka Franco

El venezolano independientemente de su condición social, credo o cultura, por tradición realiza una serie de rituales durante la fiesta de fin de año, como una forma de expresar su fe en un mejor porvenir, es así como poco antes de las 12 de la noche del 31 de diciembre, las uvas, lentejas y mandarinas constituían elementos infalibles en la mesa de la mayoría de los hogares, mientras maletas, dólares y ropa interior amarilla daban color a una costumbre que pasó de generación en generación.

Sin embargo, hoy muchos hogares limitan la festividad a una modesta cena en la que muy pocos tendrán las lentejas como símbolo de la prosperidad porque éste alimento proteico de origen vegetal, pasó a formar parte de la larga lista de productos escasos, pero además, es extremadamente costoso, sólo 500 gramos pueden costar entre 3 mil 500 y 4 mil bolívares.

“Eso era antes que se podían servir lentejas para degustar antes de las 12 y atraer la prosperidad, porque además de caras, están desaparecidas y ni hablar de las uvas, porque éstas dejaron de ser frutas para ser joyas”, comenta entre risas, la comerciante Mireya Padilla, acotando que las mandarinas están dando la hora.

Este año, debido al aumento del dólar, las uvas no se observan con frecuencia en el mercado y las pocas que se dejan ver, cuestan entre 10 y 12 mil bolívares. “Quién puede comprar uvas, si apenas hay dinero para comer. Este año nos salen mandarinas, que tampoco están muy baratas, pero al menos son más accesibles”, refiere María Fernández, mientras escogía algunas frutas criollas para su cena de año nuevo.

Pasearse con una maleta en el lugar donde se habita para que se concreten viajes en el año nuevo, así como portar dólares en los bolsillos y llevar ropa interior amarilla son prácticas que quedaron para el recuerdo de algunos, porque las condiciones del país cambiaron abruptamente y con ello las tradiciones.

“Lo importante es que tengamos salud y la mente clara para saber cómo actuar de manera que podamos superar esta grave situación que estamos viviendo como país. Ojalá que logremos la sabiduría para encarar con éxito los problemas que tenemos y que cada día son mayores”, sostuvo José Luis Albornoz.