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Comerciantes de Anzoátegui cierran 2016 con números rojos

Al hacer un balance sobre la actividad del sector durante el presente año, Wael Raad, presidente de la Cámara de Comerciantes e Industriales de Barcelona afirma que concluyen en baja, mientras las expectativas para 2017 son desalentadoras

Niurka Franco

Con números rojos y expectativas poco positivas, cierran el año 2016 los comerciantes de Barcelona, de acuerdo con lo dicho por Wael Raad, presidente de la Cámara que agrupa a los empresarios del ramo, en el municipio capital.

El comerciante manifiesta que contrario a lo que ha sido tradición, durante la presente temporada lejos de haber incrementado las ventas, han caído de manera estrepitosa, no sólo por la galopante inflación que se mueve a ritmo vertiginoso, sino además porque la población solo está pendiente de comprar alimentos . “La gente trabaja y vive para comer”, asegura.

“La navidad no ha pasado por Barcelona, me atrevo a señalar que pasó de largo por Anzoátegui y esta situación se repite en el país”, afirma Raad, señalando que basta con ver el movimiento de lugares como el bulevar, para darse cuenta de que no hay ventas, ni ambiente navideño.

“Antes los dueños de negocios se sentaban a observar a la gente porque era demasiado el volumen, abarrotaban los locales y había que estar pendiente de la mercancía, hoy entran tres o cuatro personas y solo una o dos compran”, asegura tras referir que si muchos comerciantes no terminan de tirar la toalla, es porque no tienen otra cosa qué hacer y sienten temor de quedar en el aire.

Supone que para el primer trimestre de 2017, las perspectivas no son para nada halagüeñas, pero acota que les toca confiar en Dios y en la posibilidad de que las erráticas políticas que se han venido aplicando, sean cambiadas, “Ojalá sea así, porque la situación es muy grave”.

Aprovechó para hacer un llamado a las autoridades del Sundde, para que las fiscalizaciones se realicen de arriba hacia abajo y no a la inversa, porque no es el vendedor final el que coloca el precio.

“Llamamos a los fabricantes a ser un poco más conscientes porque cuando el dólar sube, inmediatamente suben los precios, pero cuando baja no se produce la misma reacción”, dijo para rematar afirmando que muchos comerciantes han quedado descapitalizados luego de invertir en rubros alimenticios traídos desde Brasil a dolar libre, con la venia del gobierno, pero luego se les obligó a vender a perdida, lo cual constituyó una estocada mortal.