"Calculan que sea para febrero que se pueda reparar". La producción de las refinerías de PDVSA ha mermado en los últimos meses producto de la escasez de repuestos y falta de mantenimiento

Con información de Reuters

PUNTO FIJO - El flexicoquer de la mayor refinería de Venezuela, Amuay, se encuentra detenido por una falla durante su proceso de reactivación, dijo el jueves a Reuters el líder sindical petrolero Iván Freites, quien agregó que el craqueador de la unidad sigue fuera de servicio.

A inicios de octubre, el vicepresidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Jesús Luongo, dijo que ambas unidades estaban detenidas por mantenimiento, pero que el flexicoquer estaba en proceso de arranque.

Freites dijo que de acuerdo a un informe del miércoles del Centro de Refinación Paraguaná (CRP), conformado por Amuay y su vecina Cardón, un compresor de aire del flexicoquer falló durante la reactivación.

"Calculan que sea para febrero que se pueda reparar", dijo el portavoz sindical, crítico de la gestión de PDVSA. La estatal no contestó de inmediato a una solicitud de información.

Un trabajador de Amuay, que pidió mantener su nombre en reserva, confirmó la avería del flexicoquer y el craqueador. Ambas unidades convierten crudo pesado venezolano en productos ligeros exportables.

Según el informe del CRP, la refineríaAmuay está trabajando a un 52,7 por ciento de su capacidad de 645.000 barriles por día (bpd). Freites agregó que la refinería también tiene inoperativas la unidad de alquilación y la planta destiladora 4.

Por otra parte, la refinería Cardón, la segunda más grande del país, se encuentra a 35,4 por ciento de su capacidad total de 310.000 bpd, afectada por la paralización de su reformador de nafta y las plantas destiladoras 1 y 4.

El portavoz sindical agregó que la refinería de Puerto La Cruz, donde PDVSA controló un incendio el fin de semana, se encuentra al 42,7 por ciento de su capacidad de 187.000 bpd, mientras que El Palito se mantiene totalmente detenida, a causa de un mantenimiento mayor.

La producción de las refinerías de PDVSA ha mermado en los últimos meses y, según críticos, la tendencia es producto de la escasez de repuestos y falta de mantenimiento. La petrolera ha defendido su gestión y alega que sus unidades a menudo son blanco de sabotajes y ataques.