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Escasez se acentúa durante el mes de marzo

El problema del desabastecimiento,  continúa siendo el más fuerte dolor de cabeza de la población que no detiene su peregrinar día tras día en procura de alimentos

Niurka Franco

@ConFranqueza

Hace ya más de 60 días, el presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), Mauricio Tancredi,  aseguró que la situación de escasez que viene padeciendo el país se acentuaría durante el segundo trimestre del año y la realidad está a la vista, no se equivocó.

No es necesario ser adivino o mago, para inferir que la falta de soluciones al problema de fondo, es lo que está llevando a la población a niveles de desespero en filas interminables frente a cada establecimiento en los que se presuma, puedan expender alimentos, productos de higiene personal, de limpieza, medicamentos, repuestos para vehículos, cauchos o cualquier otra cosa de las muchas que ya no se consiguen en Venezuela.

De acuerdo con lo dicho por expertos economistas, administradores y comerciantes, los anaqueles permanecerán vacíos, mientras no se encare el problema de fondo, cual es la escasa oferta de divisas y el marcado control de precios, lo cual estiman especialistas, constituye un arma de doble filo, pues la diferencia de precio entre un producto regulado y otro que no lo esté, es superior al 600%.

Esa diferencia,  ha hecho que personas sin ocupación fija, hayan descubierto en la reventa de esos productos regulados, la oportunidad de hacer negocios, haciendo poco caso a las regulaciones, para especular abiertamente con las ventas a precios inimagibles, ante la mirada muchas veces complaciente de algunas autoridades.

Tancredi alertó que el desabastecimiento presente en la mayoría de los  estados del país no es solo de productos de primera necesidad, sino de todo tipo de rubro que dependa de la fijación de precios.

Sin divisas no hay inventarios

Desde que inició 2015, la vida del venezolano de a pie discurre en una cola, ya es parte de la rutina para una familia, el peregrinar de establecimiento en establecimiento en procura de los alimentos o de cualquier otra cosa.

Sobre tal situación, Benito Gómez, especialista del área económica y administrativa, dijo estar persuadido de que el problema no se resolverá en el corto plazo, por el contrario, tiende a agudizarse, porque la oferta de divisas es muy tímida y la demanda muy alta, dada la característica de Venezuela, cuya economía descansa en las importaciones de productos terminados, pues no producimos ni el 1% de lo que consumimos.

Entre tanto, el presidente de la Cámara de Comerciantes e Industriales de Barcelona, Bachar Kobrosly es claro al referir que mientras no haya un mecanismo idóneo para el otorgamiento de divisas, será muy difícil poder reponer inventarios.

Entre tanto,  Luis Vicente León, director de Datanálisis, sostiene  que "es muy difícil evitar que se complique el desabastecimiento en el corto plazo. Las importaciones tienen un flujo que se ha visto interrumpido, hay muchos sectores afectados y aunque el problema se solucione hoy, las consecuencias se sentirían porque la reposición de inventarios lleva tiempo".

Este lunes, el panorma interno en la tienda Makro era desolador, ante una interrogante, Petra Díaz, una señora de unos 60 años  afirmó que nunca imaginó ver al país pasar por tamaña situación. 

“Que Dios se apiade de nosotros, dijo, pactaron nuestra moneda con las tinieblas y le imprimieron rostros de dioses falsos haciéndola llamar bolívar fuerte y Dios dijo no valdrá nada, así estamos, el bolívar no vale nada,  y encima no hay qué comprar. Confiemos en que esto pase pronto”, exclamó en alusión a los anaqueles vacíos.

Aunque desde febrero de 2014 el BCV omitió el indicador de escasez, así como los boletines mensuales de inflación, la realidad es evidente, aunque no hayan cifras del máximo ente emisor del país. Entre los productos más difíciles de encontrar destacan el aceite de maíz, café molido, leche completa en polvo, azúcar, harina de maíz pre cocida, queso blanco, papel higiénico, toallas sanitarias y afeitadoras.