El Mercurio Web | Noticias, Información y Análisis

View Original

Venezolanos luchan por mantener viva la tradición navideña

Anzoatiguenses tratan de rendir los aguinaldos para cubrir el costo de unas fiestas que implica reencuentro familiar, con amigos y una percepción positiva por un futuro mejor

Irina Figuera / Puerto La Cruz 

 @IrinaFiguera

En cualquier rincón venezolano se celebra la llegada de la navidad. Diciembre es sinónimo de alegría que se traduce en estrenos, regalos, brindis y deliciosos platos. Pero nos hemos preguntado ¿Qué tan costosa puede ser la tradición en tiempos de crisis?.

Como toda cultura venezolana, se busca “echar la casa por la ventana”, así el presupuesto quede “empeñado” en ropa, regalos y uno que otro ritual para atraer la prosperidad. 

En los comercios del Casco Central de Puerto La Cruz, no se perciben ofertas. Las personas deben recurrir al acostumbrado regateo para comprar la prenda de vestir de su preferencia.

En las principales Boutiques de la zona norte se puede constatar la variedad de montos. Podemos toparnos con el costo de una camisa que sobrepasa la quincena de una persona que devenga el sueldo mínimo. Hasta de un vestido tipo coctel que cuesta dos salarios mínimos. 

Esta realidad es casi la misma en centros comerciales, pues los precios ya no varían como antes dependiendo del sitio donde son adquiridos. 

María Martínez, quien se encontraba en una reconocida zapatería de la zona, comentó que tuvo que reunir entre el bono y el aguinaldo para comprar la “pinta” de año nuevo por considerar que según la tradición, se debe estrenar para la fecha. 

“Yo soy conservadora pese a la situación del país. No estrenaré el 24 pero síel 31. Reuní seis meses antes para comprarme mi estreno”.

En las vitrinas se exhiben prendas y zapatos para todos los gustos. Las sandalias de tacón formal oscilan en 2600 bolívares y unas zapatillas sin tacón tienen un costo de 800 a 1000 bolívares. Si comparamos estos precios con los del año pasado podemos observar un aumento de más del 200% de acuerdo al nivel inflacionario actual. 

Por su parte Gílmer Delgado, padre de 4 hijos, todos adolescentes, explica que ya no se preocupa por la ropa de sus hijos, aunque si considera que el calzado para caballeros está muy caro. “Pregunté por un par de zapatos de caballeros y están en  Bs. 4000 y Bs. 5500, mientras que los de damas están entre Bs. 1.500 y Bs. 2.500”.

En las tiendas de caballeros la realidad es más exorbitante, unos zapatos clásicos formales tienen un costo de 5500 bolívares, mientras un flux oscila entre15 mil y 25 mil bolívares dependiendo de la marca. Sin incluir la corbata, medias, camisa, camiseta que forman parte del atuendo formal.

Algunas féminas optan por las tiendas de alquiler de vestidos, estás presentan opciones atractivas en la forma de pago. Aunque no representen una moda en específico es la opción de quienes no poseen amplio presupuesto en sus bolsillos.

Entre más rellenitas, más caro 

De unos años para acá las tiendas para personas con mayor peso han tomado auge. En los tres principales centros comerciales de la zona norte se encuentran estas boutiqueque ofrecen estilos actuales para quienes tienen unas libras de más. Este es el caso de la Tienda Curvas, ubicada en el Centro Comercial Regina de Puerto La Cruz, allí pueden ubicar desde vestidos formales, camisas tipo coctel y accesorios. Los costos son mayores, los clientes coinciden que por lo exclusividad y mayor tela en las piezas estas suelen ser costosas. 

“Yo no encuentro ropa para mí en casi ningún lado. Y en navidad suelo hacer el gasto de todo un año. Dejaré mis utilidades pero no tengo otra opción”, dijo Carmen Cedeño, quien ubicaba un pantalón de su talla. 

Buhoneros al ruedo

Aunque ciertas personas se niegan a comprar sus estrenos en la economía informal por algún prejuicio social, lo cierto es que más personas se han dirigido a los buhoneros para beneficiarse de las ofertas que muestran en sus tarantines y locales improvisados, pero con la sorpresa que estos presentan casi el mismo precio de una tienda en un centro comercial.

Hasta puntos de ventas para tarjetas de débito y crédito aceptan los buhoneros, para que los compradores no se cohíban en adquirir sus productos. La realidad de esta temporada es que sigue golpeado el bolsillo del venezolano en cuanto a adquirir bienes y servicios que en épocas pasadas, les eran fácil adquirir.