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Vacíos están cochinitos navideños este año

En un recorrido el equipo del mercurioweb.com, evidenció el ingenio criollo en tiempos de crisis 

Irina Figuera /Puerto La Cruz 

@IrinaFiguera

En la época navideña, las alcancías en forma de cerdo son un emblema para esta fecha. Aunque en la lista clásica de tradiciones venezolanas figuran desde el pesebre hasta el árbol de navidad. No debemos olvidar la llegada de estas peculiares alcancías a los kioskos, tiendas, mercados y bodegas.

Empleados de diferentes abastos y tarantines de la zona norte del estado Anzoátegui desempolvaron el famoso “cochinito” para pedir mediante un mecanismo simpático el aguinaldo a sus clientes. Que en tiempos de inflación se ha convertido en una odisea.  

Pese a lo agudizada de la tradición los anzoatiguenses coinciden en que ni para “ñapa” sobra, pues los excesivos gastos que realizan los dejan sin dinero para dar.

En tono jocoso la señora Rosa Ortiz, manifiesta que ya no se le puede dar mucho a estas alcancías, debido a que solo tienen para adquirir el producto “Ya ni para meterle al cochinito hay y si le doy algo son monedas. La situación nos puso así”, tras mencionar que debe ahorrar lo más posible.

En el bulevar capitalino, esta es una queja frecuente de los vendedores. Los cerditos de plásticos no se encuentran tan pesados como en años anteriores y, según comentarios, sólo depositan monedas y pocos billetes.

Antonio Sindas, dueño de una tienda de ropa femenina, dijo que para esta fecha recibían más aguinaldos que el año pasado. “El cochino estaba full, ahora no pesa nada. Los compradores sencillamente lo ven y se dan la vuelta”.

“¡Gracias! Le dieron de comer al cochinito”, es el coro que los trabajadores del “Gran abasto Juncal” de la jurisdicción porteña gritan al unísono, cada vez que un cliente echa dinero en la alcancía.

Betzaida Ramírez, habitante de la zona, comenta que con lo costosa que está la vida es imposible dar el remanente del gasto realizado. 

“Antes uno daba el vuelto o parte del vuelto de la compra. Ya no podemos hacer eso es lamentable porque con eso podemos completar para otras cosas”, dijo.

La alcancía colocada en la tienda de ropa infantil donde trabaja Carolina Castillo, hasta tiene puesta una falda. A pesar de su coquetería no ha levantado casi propinas. “Este año será el peor y eso que a esta tienda viene mucha gente. Se está perdiendo esa tradición de dar aguinaldos”.

Otros manifiestan su desagrado ante la mala respuesta de algunos vendedores por no depositar el respectivo aguinaldo.