Política de Reconversión Industrial para Venezuela; por: Constantino Bonaduce
“La creación de una industria competitiva implica cambios fundamentales donde los productores tienen que competir por ganar el mercado en base a calidad y precios”
Infraestructura del parque industrial Aerocentro de Constantino Bonaduce / Foto: Chucho Toro
Desde hace varios años, Venezuela ha requerido una política industrial dirigida a promover la competitividad del sector manufacturero. La introducción de mejoras en la calidad y reducción de los costos son requisitos indispensables para que el Parque Industrial del país pueda aprovechar su potencial de crecimiento. Las políticas desarrolladas en los últimos años han llevado al Parque Industrial venezolano a una importante reducción del número de industrias, como también a la subutilización de la capacidad de producción instalada.
Las nuevas condiciones cada vez más exigentes del comercio internacional, y el agotamiento del actual modelo económico en vista de los resultados del mismo, obligan a promover una mayor competitividad de la actividad industrial autóctona. La nueva orientación se debe dirigir hacia la sustitución eficiente de importaciones y hacia las exportaciones no tradicionales, mediante un uso más eficiente de los recursos, un creciente grado de especialización y un mayor dominio tecnológico.
La creación de una industria competitiva implica cambios fundamentales en tres áreas. En primer lugar, la generación de un ambiente donde los productores tienen que competir por ganar el mercado en base a calidad y precios lo cual genera la necesidad de bajar costos, mejorar la productividad y mejorar las operaciones ineficientes, llevando a un mejor aprovechamiento de los recursos de la empresa.
En segundo lugar, mayor competencia genera una necesidad por aprovechar las economías de escala, promoviendo la especialización de la empresa. En una economía cerrada, las empresas tienden a diversificar exageradamente su línea de productos, creando mayores costos que se reflejan en precios más altos para los consumidores. Por el contrario, en una economía abierta, el patrón de referencia está dado por los competidores internacionales. En esas condiciones, el productor local debe insertarse en la dinámica de un creciente grado de especialización y mejoramiento de la productividad y la calidad.
Por último, una integración exitosa al mercado internacional exige mayor dominio tecnológico por parte de los productores nacionales. El dominio tecnológico consiste no solamente en un uso y creación intensiva de tecnologías de punta, sino que también incluye la utilización de mejores técnicas de gerencia y organización en las empresas.
